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Masacre terrorista en el gran aeropuerto internacional ruso

Un suicida mata a decenas de personas y hiere a más de un centenar al explosionar una bomba en la zona de llegadas de Domodédovo. El Kremlin declara el estado de alerta en los transportes

RAQUEL GARCÍA

Todo quedó cubierto de polvo y humareda. La onda expansiva fue tan potente, aseguraron algunos testigos, que entre la cortina de humo se veían caer los cuerpos. Moscú sufrió este lunes de nuevo el azote de la violencia terrorista. Una explosión en el aeropuerto internacional de Domodédovo causó la muerte de por los menos 35 personas y heridas a 150, de las que casi la mitad permanecían anoche ingresados, 35 en estado grave y 20 en situación crítica.

La explosión se produjo a las 16.32 hora local (14.32 hora española) en la zona de llegadas internacionales. Cientos de personas esperaban la arribada de familiares y amigos a bordo de 15 vuelos internacionales procedentes, entre otros de Alemania, Inglaterra y Ucrania. El caos inicial hizo pensar que la detonación se produjo junto a las cintas transportadoras de equipajes, situadas a espaldas del control de pasaportes. Las últimas informaciones apuntaban a que, en realidad, la explosión tuvo lugar en una zona anexa a la sala de recogida de equipajes, junto a un café situado en la zona de espera. Una zona de acceso libre.

Las autoridades calificaron la explosión de atentado terrorista causado por un suicida. Este portaba una carga explosiva de unos siete kilos de trilita (TNT) y otros elementos para aumentar el impacto. De hecho, muchos de los heridos fueron ingresados con heridas de metralla, contenidas en el artefacto explosivo.

En un primer momento fueron las personas que estaban en el lugar de la explosión quienes ayudaron a evacuar a los heridos, rompiendo las paredes, seriamente dañadas, y aprovechando zonas donde había vidrieras para terminar de romperlas y sacar por ahí a las víctimas.

Al cierre de esta edición se había confirmado que entre las víctimas mortales hay cinco extranjeros: dos británicos, un italiano, un francés y un eslovaco. El consulado de España en Moscú señaló que entre los muertos y heridos no hay ningún español.

El presidente ruso, Dmitri Medvédev, declaró inmediatamente el estado de alerta máxima en aeropuertos y estaciones de ferrocarril. 'Los culpables serán perseguidos y castigados', sentenció Medvédev, quien criticó la falta de precauciones que posibilitaron el atentado. Se están analizando las grabaciones de las cámaras de seguridad.

El Servicio Federal de Seguridad señaló que se tenía conocimiento desde hace una semana de la posibilidad de un atentado, pero no se sabía dónde se podía producir.

Las autoridades emitieron una orden de busca y captura de tres hombres por su presunta implicación en los hechos. Horas después, las fuerzas de seguridad rusas informaron del hallazgo de la cabeza del supuesto terrorista suicida en la zona del atentado. 'Ha sido hallada la cabeza de un hombre de apariencia árabe, de entre 30 y 35 años, que posiblemente activó el artefacto explosivo', precisó la fuente, citada por la agencia Interfax.

La actividad en Domodédovo, el aeropuerto de la capital que opera el mayor número de vuelos y da servicio a más aerolíneas (76), se restauró casi totalmente cuatro horas después del atentado.

Sin embargo, las autoridades moscovitas y de la Federación Rusa redoblaron las medidas de seguridad en los otros dos aeropuertos de la capital, Sheremétievo y Vnúkovo, tanto en las terminales de salidas como en las de llegadas.

También se reforzó la seguridad en el transporte público, especialmente el metro, donde en marzo de 2010, un doble atentado terrorista suicida en dos estaciones se cobró la vida de 40 personas y dejó más de un centenar de heridos.

No es la primera vez que el aeropuerto de Domodédovo sufre un ataque terrorista. En agosto de 2004 el aeródromo estuvo en el ojo del huracán después del doble atentado protagonizado por dos mujeres chechenas que viajaban en sendos aviones y que activaron sus explosivos en el aire, acabando con la vida de 88 pasajeros. Antes del vuelo, las mujeres habían sido detenidas, pero finalmente se les permitió embarcar.

Este episodio fue muy criticado y se cuestionó la seguridad de este aeropuerto moscovita, que empezó a partir de entonces a intensificar sus normas de seguridad antiterrorista. Pero atentados como el de este lunes ponen en evidencia que las instalaciones siguen siendo vulnerables.

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