Manifestantes y militares acercan posiciones. El Ejército egipcio ha animado a que la gente salga a la calle para participar en la llamada Marcha de Millones, la gran manifestación convocada para mañana por el Movimiento 6 de Abril, coalición que aglutina a los principales partidos opositores del país.

Los militares ya han anunciado que se niegan a recurrir a la fuerza para controlar las protestas iniciadas hace siete días. Según un comunicado difundido por la televisión pública, los militares consideran 'legítimas' las demandas de los ciudadanos. Puntualizan que 'nunca han utilizado ni van a utilizar la fuerza contra este pueblo' y afirman que la presencia de soldados en las calles es 'para garantizar la seguridad del pueblo egipcio'.

Se trata de la primera confirmación explícita de que el Ejército no disparará contra los manifestantes. El comunicado asegura que 'la libertad de expresión de manera pacífica es aceptable', aunque 'hay que evitar que el país se desestabilice'. En ese sentido, indica que 'es inaceptable que los que están fuera de la ley intimiden al pueblo egipcio' y pide a los ciudadanos que 'protejan los propiedades públicas y privadas'.

El Ejército 'nunca ha utilizado ni va a utilizar la fuerza contra este pueblo' 

Este último anuncio del ejército parece responder a las peticiones de los manifestantes que, un día más, abarrotan la plaza Tahrir, convertida ya en un símbolo de la revuelta popular egipcia. Hasta allí se dirigen los egipcios cada día desde hace una semana para protestar y pedir el derrocamiento del régimen del presidente Hosni Mubarak.  

Según la televisión panárabe Al Yazira, hasta 250.000 personas han vuelto a llenar la plaza situada en el centro de El Cairo desafiando nuevamente el toque de queda que prohíbe permanecer en las calles sin autorización entre las 15.00 horas (14.00 hora peninsular española) y las 8.00 horas de la mañana. 

Hoy, los manifestantes congregados en la plaza han empezado a recoger firmas para buscar un apoyo formal del ejército a la revuelta popular, informa Óscar Abou-Kassem desde El Cairo. Con ello, pretenden ganar así la partida a Mubarak que lucha por el mismo objetivo que los manifestantes: ganarse el favor de los militares, que hasta el posicionamiento de hoy habían mantenido una sosegada intervención.  

Los manifestantes exigen un Ejecutivo de unidad y una nueva Constitución

Los manifestantes además están preparando un documento conjunto basado en tres puntos esenciales que presentarán al ejército al llegar a las 20.000 firmas y con el que quieren encontrar el cambio social por el que se lucha en las calles del país desde hace días: la dimisión de Mubarak, la formación de un Gobierno de unidad nacional y la elaboración de una Constitución.

Los manifestantes habían avisado de que, si para el jueves no había una respuesta de las fuerzas armadas, asaltarían la sede del Parlamento y de la televisión estatal, así como el palacio presidencial de Heliópolis, residencia de Mubarak.

Incluso habían lanzado una declaración, que el diario Al Masri al Youm recoge en su edición digital: 'Nosotros, el pueblo y la juventud de Egipto, exigimos a nuestros hermanos de las fuerzas armadas nacionales que definan claramente su postura y se alineen o bien con la auténtica legitimidad de los millones de egipcios en huelga en las calles o bien con el bando del régimen que ha matado a nuestra gente, que les ha robado y aterrorizado'.

Está por ver si la última declaración de intenciones de los militares es suficiente para que los manifestantes desestimen sus pretensiones. Y mientras las protestas se suceden en la calle, la oposición ha empezado a organizarse para buscar una salida a la crisis. Ayer, el movimiento opositor comenzó a coordinar su acción política bajo el liderazgo de Mohamed El Baradei creando un comité para intentar negociar con el ejército directamente. 

Hasta 250.000 personas han vuelto a abarrotar la plaza Tahrir

Lejos de ofrecer propuestas que respondan a las peticiones de la población, el rais ha tomado juramento a los ministros de su nuevo Gobierno encabezado por el primer ministro nombrado el sábado, el general Ahmed Shafiq. Entre los nuevos ministros destacan el de Interior, el general Mahmud Wagdi, ex jefe de Instituciones Penitenciarias, que efectuó un saludo militar tras jurar el cargo ante Mubarak, así como el de Justicia, Mahmud Mohiedín, y el Finanzas, Samir Raduán.

También prestaron juramento los titulares de Asuntos Exteriores, que sigue a cargo de Ahmed Abul Gheit, y de Defensa, general Husein Tantaui, quien también continúa al frente de esa cartera. Además, el conocido jefe del Consejo Supremo de Antigüedades, el arqueólogo Zahi Hawas, que hasta ahora era viceministro de Cultura, ha sido ascendido a ministro de Estado de Antigüedades. Faruk Hosni, hasta ahora titular de Cultura y el ministro que más tiempo llevaba en el Gobierno egipcio, ha sido reemplazado por Gaber Ahmed Sayed.

Los seis periodistas de la cadena de televisión catarí Al Yazira detenidos hoy en El Cairo han sido puestos en libertad. A pesar de la liberación de los periodistas todavía sigue incautado el equipo de cámaras de la televisión. Según el canal, el Departamento de Estado de EEUU hizo hoy un llamamiento para la puesta en libertad de los trabajadores de la emisora.

Testigos y el mismo medio de comunicación habían revelado esta mañana que los seis periodistas habían sido arrestados en un hotel la capital egipcia. Uno de los testigos presentes en el hotel donde se llevaron a cabo las detenciones, dijo a Efe que vio cómo por lo menos cuatro de los profesionales eran arrestados por fuerzas militares y sus equipos confiscados.

La cadena catarí también informó de estas detenciones en su sitio de internet, y aseguró que se trataba de seis corresponsales que trabajaban para el canal en inglés de esa cadena de información, la más importante del mundo árabe.