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El Foro Social aboga por un nuevo modelo de consumo

Los ponentes defienden renunciar al crecimiento y desarrollo ilimitados

BENOÎT CROS

La preocupación por la degradación del medio ambiente que requiere un cambio radical de los modelos de consumo y producción ha sido el tema dominante del Foro Social Mundial de Dakar que cerró ayer sus puertas tras una semana de talleres y asambleas.

En este sentido, fue simbólica la presencia del presidente de Bolivia, Evo Morales, el único jefe de Estado en funciones invitado por la organización. Si bien se resaltaron las contradicciones del modelo boliviano, que no ha abandonado el extractivismo, se celebraron los esfuerzos del país por introducir el concepto de 'derechos de la naturaleza'.

Unas 45.000 personas procedentes de 1.200 organizaciones de 130 países participaron en la XI edición del Foro Social Mundial que se celebró esta semana en la capital de Senegal.

Reivindican la soberanía alimentaria frente al agronegocio

La escritora canadiense Naomi Klein calificó de 'espantosas' las tecnologías que pretenden impedir el cambio climático y apeló a un 'cambio de relato'. 'Nos cuentan siempre las mismas historias sobre nuestra capacidad de salvar el planeta, nos dicen que no tenemos que lidiar con las consecuencias de nuestros actos ya que siempre habrá una solución', dijo la activista canadiense, que criticó así la llamada 'economía verde'.

Carles Riera, uno de los organizadores del Foro, abogó por 'renunciar a los paradigmas del crecimiento y del desarrollo ilimitados' como vector de felicidad y de relaciones humanas. 'Hay que apostar por el crecimiento de los bienes comunes, como las energías renovables, la educación, y el decrecimiento de los que no benefician a todos', dijo.

Las asambleas de movimientos sociales sirvieron para fijar una agenda común sobre esta cuestión. Las entidades se comprometieron a actuar durante la conferencia de Durban sobre cambio climático que se celebrará este año y la cumbre sobre desarrollo sostenible de 2012.

Evo Morales explicó su defensa de los derechos de la naturaleza

La reivindicación de un cambio de modelo se reflejó en los debates sobre la soberanía alimentaria, un tema recurrente en Dakar. Organizaciones de agricultores, como Vía Campesina, insistieron en el necesario apoyo a la agricultura campesina y abogaron por la soberanía alimentaria. Aline, activista del movimiento campesino de Brasil, criticó así el agronegocio que se instauró en su país y que, en su opinión, 'produce hambre, expropia a los campesinos y destruye el suelo'.

Vía Campesina también denunció el fenómeno del 'acaparamiento de tierras' en África y América Latina, especialmente por países árabes, China y fondos de inversión, con el objetivo de especular con las materias primas, lo que provoca la inseguridad alimentaria entre las poblaciones africanas.

Las revueltas árabes fueron un tema extraoficial muy comentado

Las revueltas en el mundo árabe también fueron un tema importante, a pesar de que los temas de los talleres se habían decididos anteriormente. Por eso, no hubo ninguna actividad específicamente dedicada a estas revueltas.

Para Esther Vivas, investigadora de la Universitat Pompeu Fabra de Barcelona y ponente en Dakar, la importancia de las revueltas para las luchas sociales es que rompe 'la idea transmitida por los que detentan el poder según la cual no hay alternativa'. Fathi Chamki, militante tunecino del Comité para la Anulación de la Deuda del Tercer Mundo, opinó que 'se están escribiendo las primeras páginas de las revoluciones del siglo XXI'. Los movimientos sociales decidieron celebrar una jornada mundial de apoyo a las revueltas árabes el 20 de mayo.

Los derechos de los migrantes fueron otro tema clave del Foro. Se difundió la Carta Mundial de los Migrantes que pide el derecho a la libre circulación y reclamaron que los migrantes gocen de los mismos derechos que los ciudadanos que viven en el país donde se establecen.

Durante las jornadas en la Universidad Cheikh Anta Diop de Dakar, hubo varios problemas de organización. Diversas actividades tuvieron que ser canceladas porque estaban previstas en salas donde había clases.

'Es más difícil, más precario reconoce Jordi Calvo, de la organización Justicia i Pau, pero al final las actividades se han podido hacer porque la gente se ha organizado, es el Foro más autoorganizado de los que ha habido', concluye este activista.

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