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La OTAN prevé que la guerra en Libia dure más de lo que planeaba

La Alianza Atlántica ultima un plan para hacerse cargo de la zona de exclusión aérea durante tres meses

DANIEL BASTEIRO

Una semana después de que comenzaran los ataques en Libia, la OTAN ultima un plan para hacerse cargo de las operaciones durante tres meses. Aunque el jueves la Alianza Atlántica activó un plan para hacerse cargo del bloqueo aéreo, los embajadores de la organización discuten en Bruselas asumir otras operaciones, como el ataque a fuerzas de tierra de Gadafi que atentan contra la población civil, que hasta ahora están llevando a cabo, sin el paraguas de la Alianza, los países que participan en la coalición.

El plan operativo está siendo diseñado desde el viernes y podría ser aprobado mañana en una reunión del Consejo Atlántico, el Gobierno de la organización.

En los últimos días, tanto Turquía como Francia, los dos países de la OTAN que tenían una visión contrapuesta, han cedido hasta lograr un compromiso. Turquía ha logrado la plena implicación de la Alianza en las operaciones, garantizándose su influencia en ellas, ya que toda decisión se toma por consenso. No en vano es uno de los países que ha contribuido con más medios navales al embargo de armas que la OTAN ha desplegado ya en el límite de las aguas territoriales libias.

Turquía teme que la extensión de la misión, que pasaría de un bloqueo aéreo estricto a otras operaciones para proteger a civiles, pudiera acabar derivando hacia una operación con soldados de la coalición internacional en suelo libio. Sin embargo, su poder en la OTAN y el compromiso de Francia de respetar la autonomía operativa de la organización le garantizan que esa decisión no se tomará sin su consentimiento.

Por otra, Francia ha logrado crear un directorio político en el que se integren países ajenos a la Alianza, comenzando por algunos de la Liga Árabe que apoyan la intervención en Libia. La primer reunión de esa coalición ampliada se celebrará el martes en Londres, y en ella se debatirá la orientación política de la misión, que irá acompañada de sanciones no militares.

Sarkozy cree que la solución no debe ser sólo militar, sino también política

En palabras de Nicolas Sarkozy, el presidente francés, 'la solución no puede ser sólo militar, sino también política y diplomática'. El primer ministro británico, David Cameron, aseguró que esa reunión tiene previsto 'dar un mensaje de unidad contra Gadafi a nivel militar, político y diplomático'.

La misión que se someterá a votación mañana tendrá una duración prevista de 90 día, según diplomáticos de la OTAN, que advierten de que podría ser ampliada si fuera necesario o finalizada si Gadafi decide ceder el poder.

Tanto Sarkozy como Cameron, presentes este viernes en una cumbre de la Unión Europea, defendieron la intervención en Libia de los escépticos que critican la descoordinación y la extensión de la misión actual, que podría estar pisando la línea roja de la resolución de la ONU: defender a la población civil.

El acuerdo ha sido posible gracias al compromiso de Francia y Turquía

'Con la intervención damos más espacio a los libios a construir su futuro sin ser asesinados', insistió Cameron. 'Hemos evitado una masacre', recalcó Sarkozy, asegurando que, de no haber intervenido, la comunidad internacional habría sido la responsable pasiva de una catástrofe como la de Srebrenica, en 1995 en Bosnia, en la que se calcula que murieron hasta 8.000 musulmanes.

Por su parte, la ministra de Defensa, Carme Chacón, aseguró que España 'estará muy satisfecha' de que la OTAN asuma el mando único algo que podría suceder 'en pocos días'. Chacón reconoció que la OTAN podría asumir pronto el mando de 'todas las operaciones aéreas'. 'Hemos estado cómodos con el mando de esta coalición de voluntarios, pero vamos a estar también muy cómodos en el mando único de la OTAN, por el que España también está trabajando', ha insistido.

En realidad, la descoordinación de los aliados se debe a una lucha de poder regional, según señalan numerosos analistas. Mientras Francia quiere asegurarse el control político y visible de la operación en el Mediterráneo, Turquía quiere evitar a toda costa que la OTAN se responsabilice de una operación que sea vista en el mundo árabe como una repetición de la guerra de Afganistán.

Una delegación del Gobierno del coronel Gadafi se comprometió en Addis Abeba a poner en marcha una Hoja de Ruta propuesta por el comité de Alto Nivel de la Unión Africana (UA) para Libia. Este documento incluye 'el desarrollo de una política que cumpla con las aspiraciones del pueblo libio de forma pacífica y democrática'. Una promesa que, tras los dos falsos altos con los que Gadafi trató de ganar tiempo, despierta gran escepticismo.

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