Los cinco candidatos con más opciones de pasar hoy a la segunda vuelta de las elecciones presidenciales son bien conocidos por los peruanos pero ninguno de ellos despierta pasiones en el electorado. De un lado, están los cuatro candidatos de la derecha que proponen seguir con el actual modelo económico, lo que hace que las diferencias entre ellos sean mínimas. Sólo los dos más votados pasarán a la segunda vuelta el próximo 5 de junio.

Frente a este grupo conservador, está Ollanta Humala, el único candidato en la oposición. Tras haber estado estancado hasta diciembre de 2010, empezó una ascensión política en marzo, colocándose primero en las encuestas, y siendo el único que hoy por hoy parece tener un puesto garantizado a la segunda vuelta.

Vargas Llosa sobre Keiko y Humala: 'Es como elegir entre el cáncer y el sida'

La subida de Humala se debe en buena parte a su acercamiento a un centro de izquierda moderado.

La coyuntura política le ha permitido también diferenciarse de los demás candidatos, ya que es el único que se atreve a criticar el modelo económico, aunque sin proponer cambios radicales para no asustar a inversores y sectores pudientes.

Si bien el modelo peruano ha sacado a muchos de la pobreza y ha permitido un desarrollo económico del 8% de crecimiento, particularmente en la pujante Lima y en las grandes ciudades de provincia, ha dejado de lado a muchos que no han podido beneficiarse del boom económico. De los 30 millones peruanos, un tercio vive en la pobreza.

Keiko, la hija de Fujimori, intenta captar a los que añoran a su padre

Los candidatos conservadores batallan por unos puntos de diferencia, según la última encuesta Ipsos: con el 21,4% de respaldo entre los votantes está Keiko Fujimori, hija del expresidente más controvertido de los últimos años de Perú.

La china tiene el apoyo del núcleo duro del fujimorismo, que se jacta de la exitosa lucha del expresidente contra el terrorismo y contra la hiperinflación. El problema de Keiko es que no llega a superar este nivel.

No es el caso del exministro de Economía Pedro Pablo Kuczynski, más conocido como PPK, que llega a un 19% de votos según los sondeos y podría crear la sorpresa de estas elecciones.

El expresidente Alejandro Toledo se ha descolgado en las encuestas

A sus 74 años, Kuczynski consigue atraer el voto de los jóvenes de la generación dorada, los que no conocieron los años de plomo del terrorismo. Perú es un país joven con el 44% de la población que tiene menos de 34 años. PPK logró movilizar a esta juventud, tanto por las redes sociales como creando un fenómeno de moda alrededor de su candidatura, la cual está muy vinculada al mundo empresarial.

Nunca escondió su intención de seguir con las concesiones a empresarios extranjeros para explotar las minas y los recursos en la Amazonía.

Su trayectoria fue mucho mejor en esta campaña que la del antiguo presidente Alejandro Toledo, el cual bajó a los 18,2% de apoyo tras haber sido el favorito durante los últimos meses. Sin embargo, el cholo, como es conocido en Perú, no pierde las esperanzas de volver al poder.

Toledo basó buena parte de su campaña sobre los éxitos de su anterior Gobierno, durante el cual se fue formando el modelo del actual crecimiento peruano. Uno de sus lemas de campaña es: 'Lo que hicimos bien, lo haremos mejor'.

Pero su caída de popularidad, le obligó a actuar con más agresividad. Durante su último mitin, hizo una petición a sus adversarios políticos a unir fuerzas y buscar una estrategia para impedir que Humala considerado por él como 'el Chavez peruano' gane las elecciones. 'Cuando la democracia está en riesgo ya las diferencias partidarias se eliminan: hay que salir a defender la democracia', advirtió.

Toledo ha recibido públicamente el apoyo del escritor y premio Nobel Mario Vargas Llosa, el cual opinó que elegir entre Keiko y Humala sería como hacerlo entre 'el cáncer y el sida'.

El peor situado es el exalcalde de Lima, Luis Castañeda, que salpicado por escándalos financieros que están siendo investigados, se hunde con menos del 10% de apoyo.

Aunque las cartas parecen ya echadas, con la tradicional volatilidad del electorado peruano no se pueden descartar sorpresas el mismo día de las elecciones, como fue el caso de Fujimori en el 90 o de la actual alcaldesa de Lima, Susana Villarán, que fue elegida en octubre pasado cuando en principio no superaba el 3% de respaldo.