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Finlandia confirma el ascenso de la nueva extrema derecha en Europa

Auténticos Finlandeses se convierte en la tercera fuerza y pretende entrar en el Gobierno

GUILLAUME FOURMONT

Para la prensa de Finlandia de ayer, los grandes vencedores de las elecciones legislativas del domingo son Auténticos Finlandeses, un partido de extrema derecha que basa su programa en la defensa de los valores tradicionales y se opone a la inmigración. Por haber conseguido 39 de los 200 escaños del Parlamento, la formación del eurodiputado populista Timo Soini 'tiene derecho a entrar en el Gobierno', escribe el diario de referencia Helsingin Sanomat en su editorial. En países como Holanda o Austria, donde los ultras fueron decisivos hasta para formar los gobiernos nacionales, los líderes que se quitaron los uniformes nazis para vestir elegantes trajes aplaudieron la victoria de Soini y el auge de la extrema derecha en la Unión Europa.

La puerta de entrada privilegiada de los partidos xenófobos es, precisamente, lo que más critican: el Parlamento Europeo. El finlandés Soini(Rauma, 1962), quien milita desde los 17 años en formaciones con discursos nacionalistas y ultraconservadores, consiguió tener cierta autoridad al ser elegido eurodiputado en 2009 a base de argumentos antieuropeos. El estallido de la crisis financiera fue una genial oportunidad para todos aquellos partidos que denunciaban, desde la extrema derecha, los excesos del capitalismo. Como el Frente Nacional (FN) francés o el British National Party, que cuentan cada uno con dos eurodiputados, pero con ninguno a nivel nacional.

El holandés Geert Wilders, que casi se convirtió en ministro, consiguió con su formación, el Partido por la Libertad, buenos resultados en comicios municipales y legislativos. En septiembre de 2010, los Demócratas de Suecia, con un historial nazi, entraron en el Parlamento. Los politólogos consideran que la extrema derecha ha conseguido convertirse en una fuerza política importante en el panorama europeo, mientras las redes contra el racismo muestran su preocupación.

Con la crisis económica, el multiculturalismo y el islam son los blancos de esos movimientos. El Corán es 'un libro fascista', dijo Wilders, quien dirigió un documental sobre la 'amenaza islámica', amenaza utilizada por el FN, el FPO austriaco y la Liga Norte italiana.

Antes aislado de la clase política, el partido ultra francés ha cambiado de imagen con la llegada de Marine Le Pen, la hija de quien consideró las cámaras de gas del III Reich como 'un detalle de la Historia'. Es una de las debilidades del FN: el programa de Marine defiende temas sociales, pero da una visión étnica al concepto de nación y ella sigue rodeada de nostálgicos del régimen de Vichy. En Francia, el presidente Sarkozy intenta ahora hacerse con las ideas de la extrema derecha para ganar votos.

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