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Reino Unido enviará tropas militares a Libia

Londres insiste en que sólo asesorarán y no participarán en los combates

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La resolución 1973, adoptada por el Consejo de Seguridad de la ONU el pasado 17 de marzo, autoriza a 'tomar todas las medidas necesarias' en Libia para 'proteger a los civiles y las áreas pobladas bajo amenaza de ataques'. Con un sólo límite, que impusieron Washington y París: no habrá invasión terrestre. Ni un sólo soldado extranjero pisará, como en Irak, el país de Muamar Gadafi. Reino Unido acaba de romper con el supuesto discurso unido de la comunidad internacional para acabar con el régimen libio al informar ayer que sí enviará soldados sobre el terreno, aunque oficialmente sólo para asesorar a los rebeldes.

La noticia llegó ayer por boca del ministro británico de Asuntos Exteriores, William Hague. La misión consiste en asesorar a la oposición en áreas de comunicación y de logística en su lucha contra las fuerzas de Gadafi.

Londres insistió, sin embargo, en que no viola la resolución 1973. Porque 'consecuente con nuestras obligaciones en virtud de la resolución, nuestros oficiales no participarán en el entrenamiento o en armar a las fuerzas opositoras. Tampoco participarán en la planificación o ejecución de las operaciones militares del consejo', dijo Hague. 'Con una población civil que aún afronta continuos ataques de las fuerzas de Gadafi, la necesidad de proteger a civiles en Libia es nuestra más importante prioridad', justificó el ministro. Oficialmente, nada de participar en los combates ni dar una sola arma.

Francia critica la decisión británica e insiste en seguir con los bombardeos

Hague no dio muchos detalles sobre el grupo de militares que irá a Libia. Explicó que el equipo asesorará al Consejo Nacional de Transición, el gobierno de los insurrectos, sobre la manera de mejorar las estructuras de la organización militar, las comunicaciones y cómo prestar ayuda médica. La BBC aseguró que serán diez los militares que irán al país magrebí, aunque no se comunicó ninguna fecha.

La decisión británica fue duramente criticada por uno de sus principales aliados en la actual misión militar en Libia: Francia. El portavoz de París, el ministro de Asuntos Exteriores, Alain Juppé, se mostró 'totalmente contrario' al envío de tropas sobre el terreno. En un encuentro ayer con la prensa diplomática, Juppé recordó que para desestabilizar al régimen de Gadafi, había que seguir con los bombardeos. Son los rebeldes los que tienen que hacer el trabajo de fijar los blancos a los que tienen que dirigirse los disparos de las fuerzas de la OTAN, explicó el ministro francés.

Pero en el frente, la situación apenas evoluciona, y mientras la ciudad de Misurata (oeste) sigue asediada por las fuerzas de Gadafi, los enfrentamientos seguían ayer en la ciudad de Ajdabiya, donde ni los rebeldes ni los pro-Gadafi consiguen avanzar. En el suroeste del país árabe, más de un centenar de personas murieron en las últimas 48 horas en la zona de Yebel Nafusa, cerca de la frontera con Túnez, sobre todo en las localidades de Yefren y Nalut, según la cadena de televisión qatarí Al Yazira. En Misurata, asediada por los pro-Gadafi desde hace ahora siete semanas, murieron ayer al menos 15 personas. La OTAN bombardeó Trípoli y Sirte, ciudad natal del déspota, informó la televisión estatal libia.

Pero la cifra más inquietante llegó desde Roma, donde estaba ayer de visita oficial Mustafá Abdeljalil, líder del Consejo Nacional de Transición. Desde el inicio del conflicto, al menos mil personas perdieron la vida, aseguró antes de pedir mayor protección a la coalición de la OTAN, porque los ataques aéreos actuales 'no son suficientes'.

El conflicto causó al menos mil muertos, según la insurgencia

París es consciente de ello. En su declaración de ayer, Juppé confesó que la coalición internacional puede haber subestimado la capacidad de adaptación de las tropas de Gadafi y reconoció que la situación militar es 'difícil y confusa', lo que hace necesario avanzar también en el terreno político.

En este sentido, el ministro francés de Exteriores señaló que el Grupo de Contacto y el enviado especial del secretario general de la ONU pueden desempeñar un papel en la solución del conflicto. Juppé aclaró que el Consejo Nacional de Transición es su principal interlocutor, aunque no el único, sin dar más detalles. La propia OTAN reconocía ayer que sus ataques aéreos tienen limitaciones en las zonas urbanas, donde las fuerzas del régimen camuflan su armamento pesado entre la población.

Por su parte, las ONG llaman a la comunidad internacional a tomar más en cuenta a las poblaciones civiles. Médicos Sin Fronteras no pudo confirmar la cifra de muertos dada por Mustafá Abdeljalil, aunque asegura que el 80% de los fallecidos en Misurata, por ejemplo, son civiles y que las medicinas escasean. Para Amnistía Internacional, que también pidió más ayuda humanitaria, 'la gente de Misurata se encuentra atrapada bajo el fuego en una situación que rápidamente está derivando en una crisis humanitaria. La gente necesita ayuda urgente y la necesitan ahora'.

Para muchos libios, la única solución es huir hacia Europa o los países vecinos. Las autoridades italianas confirmaron que una embarcación con 760 inmigrantes a bordo llegó ayer a la isla de Lampedusa procedente de las costas de Libia. El Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur) reveló, por su parte, que cada vez más refugiados libios huyen de las zonas montañosas del oeste hacia el sur de Túnez, con una media de mil ciudadanos libios que cruzan diariamente la frontera con el país vecino.

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