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El juez procesa a Strauss-Kahn por abusos sexuales y lo libera bajo fianza

El ya exdirector del FMI, acusado de intento de violación, estará en arresto domiciliario y con pulsera electrónica

BEATRIZ JUEZ

Cinco días después de que Dominique Strauss-Kahn fuera arrestado en Nueva York por presunto intento de violación y secuestro de un empleada de la limpieza del hotel Sofitel, un juez de la Corte Suprema del estado de Nueva York concedió al político francés la libertad bajo fianza con la condición de que pagara un millón de dólares en metálico y un seguro adicional de cinco millones de dólares. Strauss-Kahn deberá permanecer bajo arresto domiciliario y será sometido a seguimiento electrónico con un brazalete.

El político francés volvió a dormir anoche en cárcel neoyorquina de Rikers Island y se espera que sea puesto en libertad hoy, según explicó su abogado defensor a la salida del tribunal. 'Es un gran alivio para la familia', añadió el letrado.

La decisión del juez Michael Obus coincidió con la del Gran Jurado, que acusó ayer formalmente al político francés de siete cargos por diversas acusaciones de abusos sexuales e intento de violación.

El Gran Jurado, compuesto por 23 ciudadanos neoyorquinos, consideró que hay pruebas 'suficientemente sólidas' como para ir a juicio y que los cargos son muy graves.

Strauss-Kahn compareció ayer ante el juez. La defensa solicitó al magistrado que le concediera la libertad bajo fianza de un millón de dólares. La mujer de DSK, la periodista Anne Sinclair, y su hija le acompañaron durante la vista.

El exdirector del FMI, que parecía menos tenso y más descansado que el pasado lunes, se comprometió a permanecer en arresto domiciliario en Manhattan y a que se le colocara un brazalete electrónico para que la Policía pudiera controlarle 24 horas al día.

Las decisiones del Gran Jurado y del juez se produjeron horas después de que el director gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI) presentara por carta su dimisión. Strauss-Kahn negó 'con la mayor firmeza' todas las acusaciones. Según su abogado, su cliente 'sólo tiene un interés en este momento: limpiar su nombre'.

El exdirector del FMI cedía así a las fuertes presiones de los últimos días para que dimitiera. El martes el secretario del Tesoro de EEUU, Timothy Geither, dijo que Strauss-Kahn 'no está en posición de dirigir el FMI' desde una celda.

En la solicitud presentada ante el juez, la defensa argumentaba que Strauss-Kahn es 'un amado padre y marido, diplomático internacional muy respetado, abogado, político, economista y profesor sin antecedentes criminales'.

También recordaba que su cliente es inocente hasta que se demuestre lo contrario e hizo hincapié en que tenía lazos familiares en Estados Unidos.

Su mujer, nieta de un célebre marchante de arte, nació en Nueva York. Desde noviembre de 2007 la pareja vivía con sus hijos en una casa que se habían comprado en Georgetown en Washington. Y una hija suya vive en el Upper West Side en Nueva York.

La defensa añadió que Strauss-Kahn no tenía intención de huir del país, ya que había entregado su pasaporte a las autoridades estadounidenses. Y recordó que, según la denuncia, los hechos ocurrieron a las 12 de mediodía. Su cliente hizo el check-out a las 12:28 para irse a comer tranquilamente a un restaurante a un par de manzanas del hotel.

Los abogados explicaron que el billete de avión había sido comprado una semana antes, ya que su cliente tenía el domingo una cita en Berlín con la canciller Angela Merkel. Y recordaron que el político francés telefoneó en dos ocasiones antes de subir al avión al hotel al darse cuenta de que se le había olvidado el móvil en la habitación y les dijo que estaba en el aeropuerto.

Todo esto indica, según los argumentos de la defensa, que Strauss-Kahn no tenía prisa por huir del país cuando fue detenido por la Policía neoyorquina en el aeropuerto.

La Fiscalía, en cambio, sostuvo que había peligro de que Strauss-Kahn huyera del país, y recordó que es un hombre poderoso y rico con muchos amigos influyentes.

En un principio, la defensa había negado que hubieran ocurrido los hechos, aunque su abogado insinuó que podría haber tratado de una relación sexual consentida.

Jeff Shapiro, abogado defensor de la víctima, negó rotundamente el miércoles que hubiera habido consentimiento por parte de su cliente.

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