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Humala vence las elecciones en Perú y da carpetazo a la era Fujimori

A falta de recontar el 13% de las papeletas, el candidato de Gana Perú acumula más del 51% de los votos, pero todas las proyecciones le dan como vencedor definitivo.

PÚBLICO.ES

Ollanta Humala ha ganado las elecciones presidenciales en Perú, según todas las proyecciones de voto que están dando a conocer a estas horas los medios locales. El candidato nacionalista obtendría un resultado en torno al 51,5% de los votos en esta segunda vuelta, por el 48,5% que obtendría Keiko Fujimori, hija del dictador.

Las cifras no son muy diferentes a las del recuento oficial, que con el 87,8% de los votos escrutados, Humala iría en cabeza con el 51,253%, según los datos de la Oficina Nacional de Procesos Electorales (ONPE).

Y de ahí que ambos candidatos hayan aceptado ya la suerte de las urnas. Humala compareció anoche ante miles de seguidores en la Plaza Dos de mayo de Lima proclamando su victoria y asegurando que formaría un 'gobierno de unidad nacional' que relance la economía peruana y reduzca la esclusión social: 'Juntos podemos construir un Perú más justo para todos [...] no puede ser posible que digan que Perú avanza cuando hay doce millones de pobres', dijo.

Por su parte, Fujimori reconoció desde el primer momento la derrota pese a que los resultados parecían muy ajustados porque era consciente de que aún faltaban por llegar las papeletas de las zonas más rurales, que mayoritariamente apoyaban a Humala.

La hija del dictador Alberto Fujimori, que fue condenado a 25 años de cárcel en enero de 2010, obtuvo muy buenos resultados en el departamento de la capital y Callao rebasando el 57% de los votos.

A la espera de ver cuál será el equipo de Gobierno de Humala y su coalición Gana Perú, su victoria en las elecciones supone un giro a la izquierda que la mayoría de los peruanos reclama como única alternativa para acabar con la corrupción y las desigualdades sociales.

En su programa, el candidato nacionalista ha prometido cosas como aumentar el salario mínimo a 186 euros, reducir la jornada laboral de 12 a ocho horas y hacer obligatoria la afiliación a la Seguridad Social. Mientras que la derrota de Fujimori, cuyas políticas giraban en torno a la vieja forma de gobernar de su padre, es vista como el carpetazo final a una de las épocas más oscuras del país.

Humala, que ha conseguido también el apoyo de cierta clase media de izquierdas que reclamaba un cambio en el rumbo del país, repitió anoche su compromiso para 'luchar y no darle cuartel a la corrupción y a los corruptos'.

El nuevo presidente peruano aseguró que se rodearía de los mejores cuadros técnicos, independientes e intelectuales, para poder hacer un gobierno con una base amplia, donde ninguno se sienta excluido' y por último proclamó que su 'único jefe es el pueblo peruano'.

Humala recibió numerosas felicitaciones, pero quizá la más significativa sea la del premio Nobel Mario Vargas Llosa: “Yo creo que lo importante es que nos hemos librado de una dictadura, que fue terriblemente corrompida y sangrienta, volviera a tomar el poder. Creo que en ese sentido los peruanos han actuado con gran responsabilidad, hay que felicitarse y hay que celebrar”, dijo al diario La República.

“Hemos ganado todos los peruanos que no queríamos que toda nuestra democracia se desplomara y que resucitara toda una mafia que destruyó nuestras instituciones, saqueó los recursos públicos, llenó de sangre, de sufrimiento, de dolor nuestro país, que felizmente no resucitó”, añadió.



La victoria de Humala también fue reconocida por varios líderes de Latinoamérica, empezando por el presidente de Bolivia, Evo Morales, quien dijo que 'el gran triunfo de Humala es el resultado de la lucha del pueblo por su dignidad y soberanía'.

Por su parte, el presidente chileno Sebastián Piñera resaltó que las relaciones de ambos países mejorarán tras la elección de Humala, mientras que el líder de El Salvador, Mauricio Fumes, resaltó que Humala 'contribuirá a fortalecer la democracia'.

Ambos candidatos llegaron a esta segunda vuelta después de un primer turno celebrado en abril en el que Humala ya consiguió ponerse en cabeza con el 31,69% de los votos.

Tanto Fujimori como Humala han tratado de explotar el pasado de cada uno para conseguir réditos electorales, pero la sombra de las matanzas y la corrupción del exdictador han pesado más que la relación de Humala con dos golpes de estado fallidos. Uno se produjo en el año 2000 y otro en 2005, por el que el hermano menor del nuevo presidente fue condenado a 25 años de cárcel.

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