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Un congresista de EEUU cuelga fotos obscenas en Twitter

El escándalo trunca las aspiraciones del demócrata Anthony Weiner

ISABEL PIQUER

Twitter le ha jugado una mala pasada a Anthony Weiner. El congresista por Nueva York, una de las promesas del partido demócrata que consideraba incluso presentarse a la alcaldía de la ciudad, tuvo que admitir el pasado lunes que las fotos que circulaban en internet de unos calzoncillos turgentes y unos pectorales considerablemente trabajados eran suyas y no la broma pesada de un hacker. Esta era la excusa que el congresista había esgrimido cuando las imágenes salieron por error en su cuenta de Twitter.

Weiner, 46 años, hizo el ridículo más espantoso cuando en una conferencia de prensa celebrada en un hotel de Manha-ttan tuvo que admitir, entre lágrimas, que llevaba un cierto tiempo comunicándose con seis mujeres 'que había conocido online' por email, Twitter y Facebook. 'Mentí porque estaba avergonzado', admitió el representante, 'nunca he visto a estas mujeres y nunca he tenido ninguna relación con ellas. He cometido un tremendo error y lo siento mucho'.

Todo empezó el pasado 27 de mayo cuando Weiner mandó por error a una 'fan' de Seattle la foto de un calzoncillo gris en evidente estado de interés en su cuenta oficial en Twitter, una foto que también había previamente mandado, por canales más privados, a una madre soltera de 26 años, en Texas, Meagan Broussard.

El legislador subió por error a la web fotos que pretendía mandar en privado

Esta mujer contó luego a la cadena de noticias ABC que había intercambiado unos 200 mensajes con el congresista e incluso había mantenido conversaciones sexuales por teléfono. 'Cuando me di cuenta' de que la foto estaba en Twitter, 'entré en pánico e intenté quitarla', reconoció el congresista ante la prensa.

Al principio, el argumento del hacker parecía tener sentido. El calzoncillo y otras fotos, sobre todo las de unos pectorales sin cabeza que Weiner tomó con su Blackberry en su casa y en la que también se veía una hilera de fotos familiares, aparecieron en BigGovernment.com, la página web del bloguero ultraconservador Andrew Breitbart.

Los tabloides se cebaron ayer en la confesión del representante. El Daily News le llamó 'schmuck', ('tonto' en el argot local yiddish/neoyorquino). Los humoristas no tuvieron que esforzarse mucho: 'weiner' también es un sinónimo coloquial de pene.

Al principio intentó ocultar su metedura de pata culpando a un supuesto hacker

El escándalo consiguió incluso desbancar la comparecencia de Strauss-Kahn en el tribunal penal del bajo Manha-ttan, que en otro momento informativo hubiera vuelto a copar las portadas de los medios de comunicación.

Los demócratas reaccionaron con extrema frialdad. La jefa de la oposición en la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, anunció la creación de una comisión de investigación. Los valedores de Weiner en el partido, entre ellos el senador por Nueva York, Charles Schumer, no ocultaron su decepción.

Weiner, que desde 1999 representa al sur de Brooklyn y parte de Queens, dijo que no pensaba dimitir porque 'no había violado ninguna ley'. Todos los comentaristas daban por muerta una eventual candidatura a la alcaldía de la ciudad en 2012.

Huma Abedin, de 35 años, la mujer de Weiner, con la que se casó hace algo menos de un año, es la subjefa de Gabinete de la secretaria de Estado Hillary Clinton, que también sabe algo de episodios humillantes. El propio Bill Clinton fue su padrino de bodas. Abedin no compareció en la rueda de prensa de su marido y no ha dado señales de vida.

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