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La parte del modelo alemán que no se quiere importar

La cogestión de las empresas es uno de los tabúes para la patronal española

T. S. / B. C. B. / V. Z.

El modelo alemán es el ejemplo a seguir para España, insisten una y otra vez los empresarios y dirigentes del Partido Popular. Sin embargo, prefieren seleccionar sólo algunas partes del menú y obvian otros logros de dicho modelo que aparentemente no son aptos para ser importados a la Península Ibérica. Entre otras cosas se trata del modelo de cogestión que da voz a los empleados en los órganos directivos de las empresas, el contrato de formación, como también el recién aprobado cierre de todas las centrales nucleares de Alemania.

La cogestión (Mitbestimmung) es una de las características más importantes del llamado 'capitalismo renano' que nació después de la Segunda Guerra Mundial, el modelo de economía de mercado social en el que empresas y sindicatos comparten responsabilidades. El aspecto más destacado es la presencia de representantes de los empleados en el consejo de administración, que toma decisiones estratégicas y controla a la dirección de la compañía. Tras la guerra e impulsado por los aliados occidentales que controlaban el país se estableció el primer modelo de cogestión en la industria metalúrgica, cuyos consejos de administración se componen, a partes iguales, por representantes de los propietarios y de los empleados.

En los consejos de administración hay representantes de los trabajadores

Hoy, la ley exige a las empresas con más de 500 trabajadores, y que necesitan tener un consejo de administración, que los empleados nombren a un tercio de los consejeros. En compañías con más de 2.000 trabajadores, el consejo se compone incluso de forma paritaria, aunque en caso de empate en una votación pesa más la voz del presidente que representa a los propietarios.

Hay unas 760 empresas en Alemania que aplican este modelo. En las grandes compañías cotizadas, como Deutsche Bank, Volkswagen o Siemens, los líderes de los grandes sindicatos alemanes tienen puestos de consejero. Sobra decir que no faltan voces entre políticos, empresarios y economistas que critican la Mitbestimmung como algo anticuado y poco competitivo en un mundo globalizado, pero otros economistas aseguran que el modelo es uno de los pilares de la fortaleza de la economía alemana. 'Esto es una utopía en España', señala Paco González, de la secretaría de Acción Sindical de CCOO.

La patronal española tampoco está muy interesada en adoptar el modelo de formación profesional alemán. Se trata de un aprendizaje que dura entre dos y 3,5 años. Durante este tiempo, el aprendiz recibe formación en una empresa autorizada para este tipo de cosas y va uno o dos días la semana a un centro educativo dónde sigue clases tanto sobre materia relacionada con su oficio como otras asignaturas, por ejemplo idiomas.

Por fin, el Gobierno de la canciller Angela Merkel decidió, de forma algo precipitada y, en gran parte debido a motivos electoralistas, echar el cierre a las centrales nucleares en 2022 y apostar masivamente por energías renovables. Este giro en la política energética ha cogido a otros países con el pie cambiado. En España, la derecha e sigue apostando por la energía nuclear.

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