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Strauss-Kahn alegó tener inmunidad diplomática

La Fiscalía de Manhattan revela que el exdirector del FMI preguntó varias veces '¿de qué se trata?' al ser arrestado. También se quejó de las esposas

ISABEL PIQUER

Dominique Strauss-Kahn alegó tener inmunidad diplomática cuando fue sacado del avión por dos agentes del servicio de seguridad del aeropuerto JFK el pasado 14 de mayo, según consta en documentos de la Fiscalía de Manhattan, que dan una pequeña idea de los primeros momentos de detención del ex director gerente del FMI.

Al bajarse del vuelo de Air France que iba a llevarle desde Nueva York a París, el político francés pensaba que los agentes venían a traerle el móvil que se había dejado en el hotel Sofitel. '¿Tienen mi teléfono?', preguntó a los detectives Terry Ng y Dewan Maharaj.

A los 15 minutos, al darse cuenta de que se trataba de algo más grave, invocó inmunidad diplomática. Los agentes le pidieron que mostrara su pasaporte, ante lo que el político y economista francés aseguró que el documento que acreditaba su inmunidad se encontraba 'en un segundo pasaporte' y no en el que llevaba encima. Al darse cuenta de que perdería el avión, el exdirector del FMI pidió comunicarse con un representante del Consulado de Francia en Nueva York, así como realizar una llamada para avisar de que no llegaría a la reunión que tenía al día siguiente con la canciller alemana, Angela Merkel.


Cuando fue conducido a una de las dependencias policiales del aeropuerto, empezó a preocuparse. '¿De qué se trata?', preguntó repetidamente Strauss-Kahn, según muestran los documentos judiciales. Al ser informado del incidente ocurrido horas antes en el hotel, donde presuntamente atacó a una de sus empleadas que venía a limpiar su habitación, el exdirector del FMI no dijo nada más.

Cinco horas más tarde, cuando fue conducido a la comisaría de Harlem, especializada en casos de violación (Unidad de Víctimas Especiales), Strauss-Kahn pidió por primera vez hablar con su abogado. 'Necesito hablar con mi abogado William Taylor, necesito mi móvil', dijo el exdirector del FMI al detective Miguel Rivera. '¿Necesito un abogado?', volvió a preguntar Strauss-Kahn, que no parecía entender la gravedad de los cargos.

'En este país tiene derecho a uno', contestó Rivera, 'no sé si usted tiene inmunidad diplomática'. A lo que Strauss-Kahn contestó: 'No estoy intentando usar eso'. Alrededor de las 11 de la noche, otro detective de la Unidad, Steven Lane, le preguntó si quería hablar del 'incidente'. El exdirector del FMI se limitó a decir que su abogado le había aconsejado 'que no hablara. Yo estaba listo para hablar'.

Entre otros detalles, Strauss-Khan pidió que le esposaran las manos por delante, y no por detrás, como luego se vio días más tarde en las imágenes de su traslado a la prisión de Rykers Island, y se quejó luego de que le apretaban las muñecas.

Los documentos sobre los primeros momentos de la detención del exresponsable del FMI fueron entregados a sus abogados el jueves por la tarde, como parte de la documentación que servirá para preparar la próxima vista, el 18 de julio en el Tribunal Supremo de Nueva York. El pasado 6 de junio, Strauss-Khan compareció brevemente ante el juez Michael Obus para declararse inocente de los siete cargos de violación y agresión sexual por los que podría ser condenado a 74 años de cárcel.

El acusado vive en libertad condicional en una lujosa residencia de TriBeCa que costea su mujer, la periodista y millonaria Anne Sinclair, vigilado 24 horas por cámaras de seguridad. Sólo puede salir de ese domicilio para ir al médico, al tribunal, a ver a su abogado o a rezar a la sinagoga, siempre y cuando avise a la Policía con seis horas de antelación. El proceso judicial podría durar un año.

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