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La mujer que acusa a Strauss-Kahn recupera la iniciativa en el escándalo

La inmigrante guineana comparece respaldada por varias organizaciones religiosas y africanas de Nueva York

ISABEL PIQUER

Nafissatou Diallo habló ayer por primera vez ante la prensa. Con la voz entrecortada y las manos temblando, la presunta víctima de Dominique Strauss-Kahn defendió de nuevo su versión de los hechos y pidió justicia. 'Cuántas veces', dijo Diallo, se ha preguntado a lo largo de estos meses, desde el incidente ocurrido en la suite del hotel Sofitel el pasado 14 de mayo, 'Dios ¿porqué yo?, ¿porqué yo?'

Vestida con un traje negro, e intimidada ante la presencia de una veintena de cámaras y casi un centenar de periodistas, la exempleada de hotel empezó hablando con un hilillo de voz. 'He venido aquí para decir a todo el mundo que mi hija y yo lo estamos pasando muy mal', declaró Diallo. 'He venido porque me han llamado muchas cosas malas, que no son ciertas, y he querido decir la verdad'.

La presunta víctima de abusos sexuales aparece temblorosa y con voz quebrada

La inmigrante guineana, de 32 años, relató en una intervención de apenas cinco minutos, lo que había sido su vida desde que el exdirector del FMI presuntamente intentase violarla y abusase de ella. 'En los últimos dos meses, mi hija y yo no hemos parado de llorar. Al verme así, ella me decía: mamá, deja de llorar, la gente dice de ti muchas cosas malas, pero es que no te conocen, son gente poderosa que no sabe quién eres; tus vecinos, la gente que te conoce no es así'. Por eso', dijo Diallo, 'he decidido ser fuerte por mí y por todas las otras mujeres del mundo, y por mi hija'.

La conferencia de prensa se celebró en el Centro Cultural Cristiano de Brooklyn, un edificio moderno en una parte especialmente desangelada de la ciudad, cerca del aeropuerto JFK, un barrio de viviendas sociales y avenidas desiertas donde no llegan los turistas; un barrio donde viven muchos inmigrantes.

Kenneth Thompson, el abogado de Diallo, organizó el encuentro con el respaldo del director del centro, el reverendo A.R. Bernard, y varias organizaciones africanas de la ciudad, parte de la estrategia con la que el letrado pretende ganarse el respaldo de la opinión pública y presionar a la Fiscalía para que no abandone el caso.

'Me han llamado muchas cosas malas que no son ciertas', dice Diallo

Thompson volvió a denunciar al fiscal Cyrus Vance, con el que ha tenido relaciones muy tensas desde el principio del caso y al que ha acusado de poner en duda la credibilidad de Diallo. El letrado anunció que 'pronto' interpondrá una demanda civil por daños y perjuicios contra Strauss-Kahn y dejó entender que sería después del juicio, si éste llega a celebrarse. 'Vamos a responsabilizarle' de una forma u otra, dijo Thompson.

Su objetivo es rehabilitar la imagen de su clienta, que ha sido gravemente dañada por las portadas del tabloide The New York Post, que trató a Diallo de prostituta, y por la conversación que la exempleada de hotel sostuvo con un amigo suyo, encarcelado en Arizona, en la que presuntamente se alegraba de que Strauss-Kahn fuera un 'hombre rico'.

El letrado repitió que el traductor de la conversación, que se llevó a cabo en dialecto fulani, se equivocó. 'El fiscal fue quien contrató al traductor', denunció Thompson. 'El dialecto fulani es uno de los más complejos del mundo, y el que se habla en Guinea no es el mismo que el de Senegal o de Sierra Leona'.

'He decidido ser fuerte por mí y por todas las mujeres, y por mi hija', afirma

Diallo y su abogado sereunieron el miércoles durante ocho horas con Vance en las oficinas de la Fiscalía en Manhattan, para tratar de mejorar el ambiente. La vista del caso, que debía haber tenido lugar este 1 de agosto, ha sido postergada hasta el día 23. Los abogados del exdirector del FMI han pedido que se abandone el caso y se retiren los cargos.

Thompson, como exfiscal, sabe que los juicios también se ganan fuera del tribunal. Ayer recordó el caso más conocido de abuso policial durante la implacable alcaldía de Rudolph Giuliani, el de Abner Luima, un inmigrante haitiano que fue sodomizado con una escobilla de baño en una comisaría en 1997, un caso que Thompson llevó. 'Aunque supimos que había inconsistencias en su testimonio, las pruebas nos avalaron y ganamos'.

El acto de ayer fue digno de una escena de La hoguera de las vanidades. Diallo apareció poco tiempo en el escenario, rodeada y respaldada por los miembros de su comunidad, además de su abogado. 'Si algunos piensan que ésta es una forma muy poco ortodoxa de presentar su caso para una víctima de una agresión sexual', dijo la reverenda Lisa Jenkins, 'es que no han tenido miedo ni se han visto entre la espada y la pared. Cuando quieres decir la verdad al mundo no hablas a puerta cerrada, empujas la puerta hasta que se haga justicia'.

Noel Leader, de la agrupación 100 Blacks in Law Enforcement, que representa a policías afroamericanos, se preguntó si la actitud de la Fiscalía tenía '¿algo que ver con la raza, con el genero o con la clase social?' de Diallo. 'Nunca he visto nada igual en los 20 años que llevo en el cuerpo', aseguró.

Souleymane Diallo (sin ningún parentesco), uno de los responsables de la comunidad guineana, alabó el valor de la inmigrante al recordar que había osado enfrentarse a las limitaciones de su propia cultura, 'que es muy dura con las víctimas de agresiones sexuales'.

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