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Netanyahu prepara medidas para aplacar a los indignados israelíes

El primer ministro designa una comisión económica para aliviar las desigualdades sociales

EUGENIO GARCÍA GASCÓN

El primer ministro israelí, Binyamín Netanyahu, anunció la creación de una comisión económica que se encargará de estudiar un paquete de propuestas con las que responder al descontento de cientos de miles de israelíes que exigen 'justicia social' para acabar con las desigualdades y la discriminación que sufren los más desfavorecidos.

El anuncio llegó un día después de que más de 300.000 personas participaran en las concentraciones que tuvieron lugar en distintas ciudades anteayer, el tercer sábado consecutivo que los israelíes salen a la calle por ese motivo. Las protestas masivas han obligado a Netanyahu a mover ficha, aunque los organizadores de las manifestaciones creen que se trata de una maniobra destinada a ganar tiempo.

Los manifestantes creen que se trata de una maniobra para ganar tiempo

'Los indicadores macroeconómicos del país son positivos, pero se está viendo que eso no basta para explicar las realidades sociales', dice Efraim Davidi, profesor de Economía en la Universidad de Tel Aviv. 'En Egipto y en Túnez, los indicadores macroeconómicos no eran muy negativos cuando se iniciaron las protestas'.

Netanyahu ha encomendado al economista Manuel Trajtenberg que negocie con los distintos sectores sociales que se han hecho visibles en las últimas semanas, y Trajtenberg tendrá que proponer soluciones en septiembre. Los organizadores de las protestas, sin embargo, dudan de que Netanyahu, que tiene una concepción muy radical del libre mercado, esté hablando en serio y temen una maniobra dilatoria. El próximo mes comienza el curso y los estudiantes que ahora están en las tiendas de campaña tendrán que volver a la universidad y olvidarse de las protestas.

Además, en septiembre está previsto que la ONU discuta la iniciativa palestina para la creación de un Estado en los territorios ocupados en la guerra de 1967. Netanyahu parece contar con estas dos circunstancias para que el descontento social se olvide.

'No queremos acabar como Grecia, España u otros países del mundo'

Los indignados están confeccionando una lista de reivindicaciones, donde quieren plasmar con precisión sus demandas, con el fin de que el diálogo con el Gobierno sea más directo y fructífero. Los organizadores saben que este ritmo de protestas no podrá mantenerse durante mucho tiempo, de manera que quieren abordar cuanto antes sus demandas.

El ministro de Finanzas, Yuval Steinitz, advirtió ayer de que el Ejecutivo no podrá satisfacer todas las reivindicaciones. 'No podemos responder a todos los deseos y demandas. Vivimos en el mundo real y tenemos unos gastos considerables de Defensa que Noruega y Suecia no tienen', señaló el ministro.

Steinitz pidió 'responsabilidad' a la población e insistió en que la política económica no puede cambiar mucho. 'Países que han vivido más allá de sus posibilidades lo han empezado a pagar caro. No queremos acabar como Grecia, España u otros países del mundo', señaló.

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