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El heredero de Gadafi reaparece libre y dice que todo "era una trampa"

Saif al Islam, que supuestamente había sido capturado por los rebeldes, se presenta ante la prensa en un hotel de Trípoli. Asegura que su padre está a salvo. 'Estamos ganando', sentencia. Los insurgentes afirman que le d

PÚBLICO.ES

'Hemos roto la columna vertebral de los rebeldes. Era una trampa. Estamos ganando'. Son las palabras de Saif al Islam, heredero de Gadafi y que supuestamente había sido capturado por los rebeldes.

El hijo del dictador libio se ha presentado en el hotel Riox de Trípoli, donde se aloja la prensa extranjera, y al que ha llegado en un convoy de vehículos blindados. Entre vítores de sus seguidores, y tras realizar unas declaraciones que pueden suponer un vuelco en lo que se creía que eran las últimas horas del régimen libio, al ser preguntado por el corresponsal de la BBC sobre si su padre se encontraba a salvo, la respuesta de Saif no podía ser más contundente: 'Por supuesto'.

'Trípoli está bajo nuestro control', asegura Saif al Islam 

Las informaciones desde Libia son más contradictorias que nunca. Los insurgentes anunciaron ayer la detención de Saif al Islam, algo que también había confirmado la Corte Penal Internacional. La noticia era una prueba del gran avance de los rebeldes por el corazón de Trípoli para derrocar al régimen de Gadafi, todavía en paradero desconocido.

Ahora, los rebeldes afirman que Saif al Islam fue capturado, pero que después logró escapar, según informa la cadena Al Arabiya. También echa balones fuera el tribunal de la La Haya, que asegura que nunca recibieron la confirmación oficial de la detención del heredero de Gadafi, tal y como cuenta Sky News.

El Tribunal Penal Internacional niega haber recibido la confirmación de su detención

Varios periodistas confirmaron desde Trípoli la noticia de la aparición de Saif. La agencia AFP informó de que uno de sus reporteros fue llevado junto a otros dos corresponsales hasta la casa del hijo de Gadafi en la capital libia. Allí negó haber sido detenido. 'Estoy aquí para refutar las mentiras. Trípoli está bajo nuestro control', dijo. 'Tomad las armas hoy, tomad las armas hoy', arengó Saif a los leales al régimen que le arropaban tras su reaparición. 'Inshalá (Si Dios quiere) atacaremos hoy a las ratas', prometió.

A falta de confirmar si Saif al Islam logró escapar de las manos de los rebeldes o si, por el contrario, estuvo alguna vez detenido, el vástago de Gadafi ofreció una imagen distinta de la situación en Libia, acorde a los mensajes lanzados durante el régimen a lo largo de los ya más de seis meses que dura la guerra en el país norteafricano. 'Occidente dispone de una alta tecnología que ha perturbado las telecomunicaciones y ha enviado mensajes confusos. Se trata de una guerra mediática para provocar el caos y el terror en Libia', aseguró.

El régimen dibuja un escenario totalmente diferente al realizado por los rebeldes

La reaparición de Saif se produce cuando el régimen decidió romper el silencio en el que se había sumido desde que los rebeldes entraran en Trípoli. Después de que ningún miembro del régimen hubiera dado señales de vida, el portavoz Musa Ibrahim realizó anoche unas declaraciones a la televisión Al-Urubah en las que garantizó que tanto Gadafi como sus hijos siguen en Libia. 'El líder libio es inquebrantable. Él sigue en Libia liderando la batalla. Estamos bajo su mando', declaró. 

Ibrahim dibujó un escenario totalmente distinto al realizado por los rebeldes y refrendado por las agencias internacionales de noticias (así fue el transcurso de la jornada del lunes). Ibrahim aseveró que aproximadamente el 80% de Trípoli sigue controlada por las fuerzas de Gadafi. 'Si me equivoco, entonces será el 75%', matizó de forma socarrona.

La caída de Gadafi parecía un hecho. Durante el día de ayer, se sucedían las noticias sobre las detenciones de sus hijos mientras los rebeldes parecían combatir a los últimos focos de soldados afines al régimen en la capital y en el resto del país. La conquista de Trípoli parecía inminente. Los opositores aseguraban tener controlado el 95% de la capital, excepto el palacio presidencial de Bab al Azizia, donde las tropas leales a Gadafi se habían atrincherado. Ahora, con la aparición de Al Islam, la situación podría ser bien distinta.

'Gadafi es inquebrantable. Él sigue liderando la batalla', dice un portavoz de Gadafi

Aparte de la detención de Saif, también se ha dado por hecho las capturas de dos de sus hermanos: Saadi, el presidente de la Federación Libia de Fútbol, y Mohamed, el mayor de todos y quien, según Al Yazira, habría logrado fugarse del arresto domiciliario en el que se encontraba tras rendirse a los rebeldes en la noche del domingo al lunes. Asimismo, la cadena de televisión qatarí anunció ayer por la tarde el hallazgo de dos cuerpos que pueden pertenecer a Jamis, el hijo más temido del dictador y jefe de las fieras brigadas que llevaban su nombre, y a Abadi Sennussi, jefe de los servicios de Inteligencia libios.

La capital vive horas inciertas en las que la persecución y la venganza se han presentado a la cita. Tras las celebraciones de victoria en las calles, ahora reina la desconfianza entre muchos tripolitanos, bombardeados durante meses por la propaganda gadafista que asociaba a los rebeldes con los terroristas de Al Qaeda. Muchos se preguntan qué vendrá después mientras se esconden en sus casas al refugio de los combates, esparcidos en varias zonas de la capital. Al desconcierto y miedo al futuro se suma el pánico a los francotiradores, dispersos por la ciudad, informa Mayte Carrasco.

Los combates entre los rebeldes y los gadafistas no se reducen a la capital 

Los combates han vuelto a primera hora de la mañana del martes con intensos bombardeos muy cerca de Bab al-Azizia, el complejo residencial donde se cree que podría esconderse Gadafi y que, según Al Arabiya, la OTAN empezó a atacar anoche. Asimimo, Al Yazira dice que los rebeldes se encontrarían a unos 500 metros del complejo, tal y como informa su corresponsal en Trípoli. 

Los combates no se reducen a la capital. Los enfrentamientos entre los insurgentes y las fuerzas del régimen se sucedían ayer en Ras Aidir, en la frontera que une Libia con Túnez, y en otros bastiones gadafistas como Al Jumus o Sirte, la ciudad natal de Gadafi y desde donde sus tropas lanzaron un misil Scud, de fabricación soviética. La Alianza aseguró que uno de sus aviones fue capaz de derribarlo al poco de ser lanzado. 

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