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EEUU trata de recuperar la normalidad tras el paso de ‘Irene’

Las pérdidas causadas por el huracán podrían alcanzar los 4.820 millones de euros

BEATRIZ JUEZ

La Costa Este de Estados Unidos trata de recuperar la normalidad después del paso este fin de semana del huracán Irene, que dejó al menos 21 muertos en ocho estados, seis millones de personas sin electricidad, inundaciones e importantes daños materiales.

Afortunadamente, no se cumplieron los augurios más catastrofistas que pronosticaban que el huracán dejaría una ola de destrucción y muerte en Nueva York, Filadelfia, Boston y Washington, debido a que el Irene perdió fuerza a medida que avanzaba hacia estas grandes ciudades y se convirtió en tormenta tropical a su paso por la Gran Manzana.

Nueva York despertó del letargo en el que le había sumido el huracán Irene después de un fin de semana en que sus habitantes esperaron lo peor, pero respiraron más tranquilos al descubrir el domingo que la tormenta no había sido tan grave como se esperaba inicialmente.

El alcalde de Nueva York defiende las medidas de precaución

El metro y los autobuses volvieron a funcionar, los neoyorquinos fueron a trabajar, los comercios colgaron el cartel de abierto, los turistas volvieron a las calles, la Bolsa de Nueva York abrió sus puertas, los aeropuertos reiniciaron su actividad y el Abierto de Estados Unidos de tenis, comenzó tal y como estaba previsto.

El alcalde de Nueva York, Michael Bloomberg, justificó el domingo la prudencia, que algunos consideran excesiva, que le llevó a ordenar la evacuación de 370.000 personas y el cierre del metro como medidas de precaución. 'No queríamos arriesgar la vida de un solo neoyorquino', dijo el alcalde. 'Tomaría otra vez las mismas decisiones sin dudarlo'.

Los daños ocasionados por el huracán Irene parecen menores de lo que se temía inicialmente. El huracán provocó daños a los bienes asegurados por valor de entre 1.370 y 2.060 millones de euros, en tanto que las pérdidas totales podrían alcanzar los 4.820 millones de euros, según cálculos preliminares de la consultoría Kinetic Analysis.

Vermont es uno de los estado más afectado por las inundaciones

Aunque el huracán ya ha pasado, sus efectos se siguen sintiendo en buena parte del noreste de Estados Unidos, donde todavía se mantiene el riesgo de inundaciones, sigue habiendo cortes de luz y miles de personas se encuentran aisladas. A pesar de estar en el interior, Vermont ha sido una de las zonas más afectadas.

Este pequeño estado situado en la frontera con Canadá ha sufrido las peores inundaciones desde 1927. Las lluvias torrenciales han provocado el desbordamiento de ríos y lagos, el corte de cientos de carreteras y la destrucción de al menos de tres de los históricos puentes cubiertos de Vermont.

'Nos preparamos para lo peor y hemos sufrido lo peor en el centro y en el sur de Vermont. Tenemos importantes daños de infraestructuras', explicó el gobernador del estado, Peter Shumlin, tras visitar algunas de las localidades afectadas por las inundaciones.

Seis años después del huracán Katrina, Craig Fugate, director de FEMA, cree que la agencia federal encargada de responder a desastres naturales, muy criticada por su actuación entonces, ha aprendido una importante lección: 'No esperes a comprobar lo malo que es el huracán, prepárate antes para responder'.

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