Esta vez no se trata de ningún cable filtrado por WikiLeaks en el que el diplomático de turno critica a algún político del país donde está enviado, sino de dos mandatarios que hablan abiertamente de otro, y no precisamente bien.

Fue el pasado día 3, durante un aparte del G-20 celebrado en Cannes, cuando el presidente de EEUU, Barack Obama, y su homólogo francés, Nicolas Sarkozy, se desfogaron sobre el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, pensando que nadie escuchaba.

Según el portal de noticias francés Arrêt sur images, Obamay Sarkozy se reunieron antes de la rueda de prensa que ambos iban a dar. Algunos periodistas que esperaban en la salase colocaron los cascos para seguir la interpretación y se encontraron con que la conversación entre ambos presidentes estaba siendo retransmitida sin querer.

Según la web, Obama le recriminó a Sarkozy no haberle avisado de que Francia votaría a favor de la entrada de Palestina en la Unesco. La conversación se centró después sobre Israel y Netanyahu y Sarkozy le dijo al presidente de EEUU que 'yo ya no lo puedo ver, es un mentiroso'. La cosa no quedó ahí, porque Obama le contestó: 'tú estás harto, pero yo tengo que tratar todos los días con él'.

A continuación, Obama solicitó a Sarkozy que pidiera a los palestinos que moderen su posición para reclamar la entrada en la ONU.

En total fueron una docena de periodistas los que escucharon las palabras de ambos líderes y tras una deliberación decidieron que lo mejor era no publicarlas. Arrêt sur images cita a un dirigente de un medio de comunicación que explicó la postura: 'Es un tema un poco sensible. Es decepcionante no hacer informaciones sobre ello, pero al mismo tiempo estamos sometidos a unas reglas deontológicas muy precisas, y difundiendo esas frases las habríamos violado'.

Sólo en un blog de Le Monde se sugirió el contenido de la conversación.