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La Liga Árabe rechaza las condiciones de Siria

Damasco dice que los observadores violarían su soberanía

 

EUGENIO GARCÍA GASCÓN

La Liga Árabe anunció  que no acepta las condiciones de Siria para permitir que un equipo de observadores extranjeros alrededor de 500 se desplace a ese país para verificar que las Fuerzas de Seguridad no utilizan métodos violentos contra los millares de manifestantes que desde hace ocho meses protestan en la calle contra el régimen del presidente Bashar al Asad.

La organización panárabe, reunida en Rabat el pasado miércoles, dio un ultimátum de tres días al Gobierno de Al Asad para que permita la entrada de los observadores, con la amenaza de que, si no lo hacía, la Liga adoptaría sanciones económicas. El viernes, las autoridades de Damasco exigieron algunas limitaciones al trabajo de los observadores que la Liga rechazó argumentando que alteran la esencia del plan.

Primer ataque de los militares rebeldes contra una sede del Baaz en la capital

En un comunicado, la Liga explicó: 'Se ha decidido que las enmiendas y apéndices que ha propuesto la parte siria afectan al meollo del documento y cambiarían radicalmente la naturaleza de la misión, que es la de examinar la aplicación del plan árabe para acabar con la crisis en Siria y proteger a los civiles sirios'.

El titular de Exteriores sirio, Walid al Muallem, replicó que el plan de la Liga contemplaba algunos puntos que erosionaban la soberanía de su país, aunque no concretó sus acusaciones. En medios árabes se ha comentado que los sirios querían que los observadores no entraran en los hospitales ni en las cárceles y que no establecieran un contacto directo con la población en general.

Muallem agregó que su país se dirigirá a la Liga para pedirle una explicación acerca de por qué ha rechazado sus demandas. De esta manera, Damasco podrá ganar algún tiempo, aunque la situación sigue deteriorándose rápidamente y políticamente el régimen está cada vez más aislado a nivel internacional.

El Ejército Libre de Siria, formado por desertores, reivindica la acción armada

El mismo Muallem denunció que 'partes del mundo árabe' están usando a la Liga para implicar al Consejo de Seguridad de la ONU. Los ministros de Exteriores árabes se volverán a reunir el jueves para discutir sobre la crisis siria.

Muallem también acusó a EEUU y a Turquía de querer hundir a Siria en una guerra civil y advirtió de las graves consecuencias que podría tener para la región una situación caótica. Precisamente, tuvo lugar un ataque con varias granadas contra unas oficinas del partido Baaz en Damasco, el primero en la capital.

Baaz, de orientación socialista y laica, ha dirigido Siria con mano de hierro ininterrumpidamente desde los años sesenta. El ataque contra el Baaz fue reivindicado por el Ejército Libre de Siria, que está integrado por militares que han desertado. Según el ELS, más de 15.000 militares forman estas milicias, aunque otras fuentes indi-can que no llegan al millar.

El ELS reivindicó la semana pasada otro ataque contra una base de los servicios de inteligencia de la Fuerza Aéreaen Harasta, un suburbio de la capital. El jefe del ELS, el coronel Riad al Asaad, cuya base se supone en Turquía, dijo que los desertores quieren ayuda extranjera pero no injerencia externa.

 

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