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Moscú responde con 400 arrestos a las protestas contra el fraude

La Policía carga contra los manifestantes que denunciaban las irregularidades de los comicios del domingo

NATÀLIA BORONAT

Los gritos de 'Vergüenza', 'Rusia sin Putin', 'Queremos un país libre' y 'Fuera el Estado policial y el partido de bandidos y ladrones' resonaron con fuerza hoy en el centro de Moscú en una manifestación convocada por la oposición extraparlamentaria para protestar contra el fraude en las elecciones legislativas del domingo que ganó el partido gobernante Rusia Unida.

Cuando los manifestantes intentaron acceder a la sede de la Comisión Electoral Central, los antidisturbios intervinieron y detuvieron a unos 300 manifestantes, según la agencia oficial rusa Itar-Tass.

El oficialismo ha sufrido un fuerte retroceso, con 70 escaños menos

En San Petersburgo la situación se repitió. Más de un centenar de personas fueron detenidas por participar en una manifestación no autorizada (la de Moscú sí contaba con permiso de las autoridades).

A pesar de la victoria, ensombrecida por las denuncias de fraude y las críticas de los observadores internacionales, la formación oficialista Rusia Unida sufrió un fuerte retroceso que le hará perder más de 70 diputados. También la mayoría en la Cámara Baja del Parlamento (Duma), un declive que se atribuye al cansancio popular por la política del expresidente y actual primer ministro, Vladímir Putin.

'Nadie cree que Rusia Unida lograra un 46% en Moscú', afirma Gueorgui

'Rusia será libre' y 'Devolvednos las elecciones limpias' eran las consignas de la concentración en el bulevar moscovita de Chistye Prudy. Pese a la lluvia, más de 7.000 personas acudieron, según la organización, unos 2.000 según la Policía. Los asistentes afirmaron que el de hoy se trató del mitin opositor más multitudinario de los últimos años.

En la cola para pasar por los arcos detectores de metales, un hombre de mediana edad comentaba a otro: 'Tener que pasar por el embudo de los controles policiales me parece medieval'. Su amigo repuso que a él le recordaba más 'las colas de los años 90 para conseguir un pedazo de embutido' y los dos bromeaban diciendo que hace 20 años no se hubieran imaginado nunca que tendrían que 'hacer cola para echar al poder del Kremlin'. Un poco más allá, una señora mayor conversaba agradablemente con un joven hasta que el chico le dijo que había votado al ultranacionalista y populista Partido Liberal Demócrata. La mujer le replicó: 'Pobrecito, no has entendido nada todavía'.

Georgui y su mujer Ekaterina, que votaron contra el partido gobernante, querían 'expresar la solidaridad con las denuncias de fraude porque nadie se cree que en Moscú Rusia Unida haya obtenido un 46%'. Kiril, un joven que el domingo pudo salvarse de los arrestos masivos durante la protesta de socialistas y anarquistas, también asistió a la protesta: 'Es indispensable que todas las fuerzas nos unamos contra el Kremlin', dijo.

La OSCE apoya las denuncias de fraude en el escrutinio de la oposición rusa

Yevgueni, que dijo ser un alto cargo de la Duma estatal por lo que ocultó su apellido, reconoció que había ido a la concentración porque conoce la política desde adentro y puede confirmar 'las acusaciones de que el partido gobernante es un partido de ladrones y bandidos'. Yevgueni había creído en Rusia Unida pero el domingo votó a los comunistas sólo como señal de protesta contra el poder porque 'la vida es muy breve y lo más importante es tener la conciencia tranquila'.

El desencanto de este funcionario es un ejemplo que explica el cambio de tendencia en las urnas y el destacado ascenso del Partido Comunista. Para el analista independiente Leonid Mlechin 'el voto de protesta del domingo mira hacia atrás y no hacia adelante', y 'refleja la situación de decepción y de falta de esperanza de gran parte de la población rusa'.

En la manifestación de Moscú, los líderes del opositor Partido de la Libertad Popular, que en primavera no consiguió registrarse ante el Ministerio de Justicia, fueron ovacionados como estrellas musicales y el ex viceprimer ministro, Borís Nemtsov, gritó: 'Es una derrota demoledora para Putin y su partido porque sin las falsificaciones no hubiera llegado al 30%'. Luego proclamó haber salido a la calle para protestar contra las elecciones, 'primer paso hacia la libertad'.

También intervino Aleksei Navalny, un abogado bloguero que se está convirtiendo en una de las voces más desafiantes contra el Kremlin por sus argumentados informes sobre la corrupción. Navalny aseguró: 'El poder tiene que entender que los odiamos, que no olvidamos y que no perdonamos', y celebró que el país 'se esté despertando'. Tras la manifestación, Navalny fue uno de los 300 detenidos por la Policía.

Las denuncias de fraude de la oposición rusa se han visto apoyadas por el informe sobre los comicios que elaboraron los observadores del Consejo Europeo y de la Organización para la Seguridad y Cooperación en Europa (OSCE), que destacó las irregularidades durante el escrutinio. Esta organización señala que el proceso 'se caracterizó por frecuentes violaciones de procedimiento y casos de aparente manipulación, incluidos indicios graves de introducción masiva de papeletas en las urnas'.

Además, los expertos europeos denunciaron que no se habían creado 'las condiciones para unas elecciones limpias' a causa de 'la interferencia de las autoridades', 'la falta de independencia de la Comisión Electoral' y la 'parcialidad de la mayoría de los medios'.

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