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Un regente y el Ejército gobernarán Corea del Norte junto al heredero

Fuentes del entorno del régimen descartan un golpe de Estado

BENJAMIN KANG LIM

El nuevo líder norcoreano tendrá que compartir el poder con su tío y con el Ejército tras la muerte de su padre, Kim Jong-il. Así, el país más aislado del mundo inicia la transición desde una dictadura unipersonal a un mandato colectivo, según aseguraron a Reuters fuentes con lazos cercanos a Pyongyang y Pekín que pidieron el anonimato.

De acuerdo a dichos informadores, el Ejército, que está tratando de desarrollar arsenal nuclear, prometió lealtad al joven Kim Jong-un, quien encarna la tercera generación de la dinastía familiar que ha dirigido Corea del Norte desde su fundación tras la Segunda Guerra Mundial. Por tanto, con el apoyo de la cúpula militar garantizado, la situación se considera estable, a juicio de estas fuentes, que creen 'muy improbable' la posibilidad de un golpe de Estado militar aprovechando la debilidad del nuevo líder.

Sin un líder militar poderoso, el país tendrá un dirección colectiva

Los conocedores del régimen también confirman que Pekín no fue notificada sobre la muerte de Kim Jong-il el día de su fallecimiento, acaecido el sábado pasado, sino el lunes temprano, el mismo día en que la televisión estatal norcoreana transmitió la noticia.

La información desde el interior corrobora que, sin un hombre fuerte militar, Corea del Norte será dirigida por un liderazgo colectivo, que incluiría a Kim Jong-un, la cúpula militar y el tío del heredero, Jang Song-thaek, de 65 años. Cuñado de Kim Jong-il, el pariente del joven delfín que ejercerá de facto como regente fue nombrado en 2009 para formar parte de la Comisión de Defensa Nacional, el órgano de liderazgo supremo que Kim Jong-il encabezó.

El cohete lanzado el día de la muerte de Kim fue una señal de fuerza

Tras varios días de sequía informativa y puesto en evidencia el fracaso de los servicios de inteligencia de los países vecinos al no enterarse del fallecimiento de Kim Jong-il, esta filtración desde el entorno de la dirección política norcoreana sirve para explicar, entre otros hechos, el lanzamiento de un misil el mismo día en que se hizo pública la noticia de la muerte del dictador.

Según las mencionadas fuentes, la prueba armamentística pretendía hacer una demostración de fuerza para advertir a EEUU de que no realice maniobras intimidatorias. No obstante, Pyongyang no tiene planes inmediatos de realizar pruebas adicionales, salvo que se produzca una escalada en las tensiones.

'Con la prueba del misil, Corea [del Norte] quería enviar el mensaje de que es capaz de protegerse a sí misma, pero es poco probable que Pyongyang conduzca una prueba nuclear en el futuro cercano, a menos que sea provocada' por Estados Unidos y Corea del Sur, aseguran los confidentes.

Pyongyang sólo informó a Pekín del deceso poco antes de hacerlo público

El programa nuclear de Pyongyang ha sido una fuente constante de problemas con la comunidad internacional. Corea del Norte llevó a cabo pruebas atómicas en 2006 y 2009 y ha abandonado las negociaciones a seis con Corea del Sur, EEUU, China, Rusia y Japón para que deje su programa nuclear y vuelva a aceptar el Tratado de No Proliferación.

La razón explican las fuentes se debe a que el liderazgo norcoreano está convencido de que EEUU cuenta con armas nucleares en el Sur y exige a Washington que las retire.

Empobrecido y asfixiado por las sanciones internacionales, el país cada vez ha insistido más a Pekín para que sustituya la asistencia económica que recibía de Corea del Sur y del propio EEUU. China, hoy su único aliado y su mayor proveedor de ayuda, dio la bienvenida el martes al nuevo líder.

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