Reino Unido se apresuró hoy a condenar la decisión adoptada en la XLII Cumbre semestral del Mercosur de impedir la entrada de buques con bandera de las islas Malvinas en los puertos de sus cuatro países miembros (Argentina, Uruguay, Paraguay y Brasil). En un comunicado, el portavoz del Foreign Office calificó de 'preocupante' e 'injustificado' el bloqueo, visto por Londres como 'el último intento de Argentina de aislar a los habitantes de las Malvinas y dañar su modo de vida'.

La prohibición, acordada en el cónclave regional que se celebra en Montevideo, afectará a 20 buques pesqueros, 19 de los cuales operan conjuntamente con licencias españolas en el archipiélago, cuya soberanía disputa Reino Unido, que aduce a su favor el control efectivo del mismo desde 1833, que hizo valer por las armas en la guerra contra Argentina de 1982.

La segunda gran medida aprobada por el bloque económico permite a sus integrantes elevar individualmente los aranceles a la importación. La presidenta brasileña, Dilma Rousseff, justificó este gesto proteccionista alegando el peligro de que la crisis económica global inunde Mercosur de productos que no encuentran salida en sus mercados naturales.

No hubo en cambio paso adelante en la reiterada solicitud de adhesión de Venezuela. La respuesta fue nuevamente postergada con la designación de una comisión de alto nivel para solucionar el proceso, al que se oponen Paraguay y Uruguay.

La reunión se vio conmocionada por la muerte de un miembro de la delegación argentina, el joven subsecretario de Comercio Iván Heyn, quien fue hallado ahorcado en su habitación de hotel.