El dueño de la granja porcina de Harling Farm, sometida a inspección en Reino Unido desde que la asociación Igualdad Animal presentase una investigación sobre el maltrato animal en la explotación, falleció 'de un disparo de escopeta en la cabeza', según informa BBC.

La apertura del análisis forense revela la tesis que ya se había barajado y que el día de la muerte comunicaba de forma anónima a los medios un vecino del propietario: el suicidio. El miércoles, Stephen Brown, de 52 años, fue hallado sin vida en Norfolk, el condado al este de Reino Unido en el que se encuentra la granja porcina.

Fue su padre quien avisó a la Policía. Él fue el último que estuvo con su hijo, cuando abandonó la explotación de madrugada. Pocas horas después regresó y, preocupado al no ver aparcado el coche de Stephen, salió en su búsqueda hasta que lo encontró en el arcén de una carretera cercana, al lado del vehículo.

Según ha explicado el forense William Armstrong, los servicios sanitarios certificaron la muerte de Stephen y la Policía indicó que no había indicios de los que se pudiese deducir la implicación de terceros. El examen postmortem ha corrido a cargo del doctor Richard Bull, quien ha certificado que la muerte se produjo a causa de un disparo en la cabeza.

La organización animalista de corte internacional Igualdad Animal, que el pasado verano se infiltró en Harling Farm y recopiló más de 200 horas de vídeo y 300 fotografías con las que denuncian el maltrato de los trabajadores hacia los puercos, no ha querido hacer declaraciones sobre el informe forense. Su portavoz Sharon Núñez espera que 'las imágenes de la investigación se sigan difundiendo a pesar del fallecimiento' y 'sirvan para que la gente tome conciencia sobre la explotación animal'.