La relación de Nicolas Sarkozy con los periodistas nunca ha sido fácil. O mejor dicho, para los periodistas, tratar de sacar unas palabras de Sarkozy que estén fuera de lo que él quiere decir es una pesadilla continua.

Ayer, tal y como recogen algunos medios como Rue 89, el mandatario francés trató de 'imbécil' a Laurent Desbonnets, profesional del canal TF1, que le preguntó por qué la Policía había utilizado gas lacrimógeno para dispersar una manifestación de sindicalistas y trabajadores de ArcelorMittal que trataban de bloquear un mitin en París.

Sarkozy, en su discurso, había acusado a los trabajadores y a la Confederación General del trabajo (CGT) de querer jugar 'un papel político' en la campaña. Razón de poco peso para que las fuerzas del orden cargaran así contra los manifestantes. Aunque de enos peso aún es la explicación que le dio a Desbonnets:

Desbonnets: 'Pero con los gases lacrimógenos usted consiguió pasar sin ningún tipo de problema. Aunque la imagen  es de todos modos un poco...'

Sarkozy: '¿Pero qué tengo yo que ver con esto que me está diciendo?, ¿qué quiere que le diga? ... Es usted un imbécil, perdón. Pero es simpático y joven'

Hace relativamente poco, durante la primera visita de Nicolas Sarkozy a Madrid después de la investidura de Mariano Rajoy, el presidente francés se enzarzó con otro periodista que le pregunto qué pensaba sobre la rebaja de calificación de la deuda soberana de Francia que Standard & Poor's había anunciado el viernes anterior y que provocó que el país galo perdiera su triple A. 

Sarkozy contestó diciéndole que estaba claro que no había oído las últimas noticias y que si no tenía nada que preguntar sobre las nuevas noticias, entonces él no sabía responder a la pregunta. Otra agencia de rating, Moody's, acababa de anunciar que ellos no quitarían la triple A a Francia y Sarkozy jugó con ese dato para evitar las críticas tratando de ridiculizar al periodista.

En 2008, la lotería le tocó a una maquilladora de France 3 durante una entrevista despues de que Francia asumiera la presidencia de turno de la Unión Europea. Sarkozy se enfadó cuando al entrar en plató saludó a un técnico y a una maquilladora sin que estos le respondieran y entonces empezó a rajar:

- 'Qué menos que cuando uno es invitado, pida un mínimo de educación', '¿esto es el servicio público o estoy con los manifestantes?' Esto es muy grave, esto es el servicio público, pero aquí va a cambiar todo. 

Aunque la salida de tono por excelencia de Sarkozy no fue con un periodista, sino con un ciudadano en una feria de ganado en febrero de 2008. El presidente le tendió la mano y este se negó a dársela. Error: Sarkozy se despachó a gusto con un 'lárgate, pobre gilipollas'.