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Un antiguo ejecutivo afirma que Murdoch conocía las escuchas

El magnate asegura que él y otros directivos fueron víctimas de un encubrimiento

EFE

El antiguo gerente legal de News International (NI) Tom Crone ha calificado de 'mentira vergonzosa' las declaraciones de Rupert Murdoch en las que se ha desentendido del uso de las escuchas ilegales por parte de sus publicaciones en el Reino Unido.

El magnate de la prensa ha asegurado ante la comisión Leveson que él y otros directivos de su grupo fueron 'víctimas de un encubrimiento' por parte de empleados de sus propios periódicos en el Reino Unido, que les ocultaron el alcance de la práctica ilegal.

Según su declaración, uno de los propios abogados de NI -refiriéndose a Crone- prohibía a los periodistas de los rotativos implicados informar a los directivos del grupo sobre estas malas prácticas. 'Su afirmación de que yo me hice cargo del encubrimiento de los pinchazos telefónicos es una mentira vergonzosa. Lo mismo que las declaraciones de que yo desinformé a los directivos sobre lo que pasaba y que prohibí a la gente comunicárselo a Rebekah Brooks o al hijo de Murdoch', ha indicado el aludido en un comunicado.

El antiguo responsable legal de NI ya había negado anteriormente que Rupert Murdoch y su hijo James, expresidente de la compañía, desconocieran la práctica generalizada de las escuchas ilegales en el News of the World, periódico clausurado a raíz de esta polémica, tras la detención de decenas de sus trabajadores por ese motivo.

Crone, junto con el antiguo director del tabloide Colin Myler, ha asegurado en varias ocasiones que informaron a James Murdoch de la existencia de un correo electrónico en el que se sugería que estas prácticas estaban extendidas entre su plantilla, hecho negado en varias ocasiones por el hijo del magnate. En este sentido, el abogado ha apuntado en su comunicado que no es 'una coincidencia' que las dos únicas personas contra las que arremete Murdoch sean él y Myler y que sus declaraciones son 'un ataque personal'.

El multimillonario, de 81 años, dueño en este país de cabeceras como The Sun y The Times, ha comparecido por segunda jornada ante la comisión puesta en marcha por el Gobierno del Reino Unido el verano pasando co el fin de analizar el comportamiento ético de los medios británicos, tras destaparse el caso de los pinchazos telefónicos para obtener exclusivas.

Pese a considerarse víctima de una trama interna para mantenerle apartado, el empresario admite que debería haberse interesado más por lo que sucedía en su cabecera: 'He fracasado, y lo siento mucho', ha concluido. Preguntado por el juez si no debería haberse preocupado más por lo que ocurría en el News of the world, cuyo cierre en julio llevó al despido de más de 200 personas, ha reconocido que ese periódico le interesaba menos que otros. 'Lo único que puedo hacer es pedir disculpas a mucha gente, incluidas las personas inocentes que perdieron su trabajo como resultado (de su despreocupación)', ha aseverado.

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