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Cameron apuesta por la inmigración selectiva

El primer ministro británico es partidario de cribar 'a los mejores y más brillantes'

DAVID BOLLERO

La medida de un posible cierre de las fronteras a la inmigración anunciada ayer por el primer ministro británico, David Cameron, supone un paso más en lo que ha venido siendo una constante en la escena política y social de Reino Unido: el temor a que la crisis convierta al país en un coladero de extranjeros.

Hace unos meses, el propio ministro de Inmigración, Damian Green, acusaba a las empresas de 'ser adictas a contratar extranjeros', fundamentalmente en el sector servicios y, concretamente, en las cadenas de comida rápida. Con más de un millón de jóvenes en paro y la cultura extendida de prácticas sin remuneración, la llegada de extranjeros procedentes de países en crisis, como Grecia o España, inquieta a Downing Street. A ello se suma, el aumento de la población en el país que, con más de 62 millones de habitantes, afronta unas previsiones para 2026 de 70 millones. Razón por la cual, según publicó a finales de mayo el Observatorio para la Inmigración de la Universidad de Oxford, tres cuartas partes de los británicos está a favor de reducir la inmigración.

La postura del Gobierno, sin embargo, no es frenar cualquier inmigración, puesto que la atracción de inversores y emprendedores se ha convertido en una prioridad. Asimismo, los estudiantes extranjeros conforman otro de los pilares a conservar, dado que aportan unos ingresos anuales de 14.000 millones de libras (casi 17.500 millones de euros) al año. En este sentido, son los estudiantes extra comunitarios -para quienes los precios son muy superiores que para los procedentes de la Unión Europea- quienes consiguen salvar la estrepitosa caída de matriculaciones universitarias que se registró tras la última reforma del Gobierno, que triplicaba el precio de las matrículas hasta las 9.000 libras (unos 11.000 euros). Como consecuencia y a 31 de diciembre de 2011, las solicitudes universitarias habían caído un 7,6% de media, con descensos del 15% en menores de 20 años y de casi un 20% en los mayores de 21 años.

El octubre del año pasado, David Cameron expuso su visión de la inmigración y avanzó, entre otras medidas, la renovación del test para obtener la ciudadanía británica, incorporando más preguntas sobre la Historia y cultura del país y, curiosamente, eliminando otras sobre la Unión Europea, el Consejo de Europa su Comisión o el mercado común. Esta semana se ha sabido que quienes quieran acceder a la ciudadanía, además, habrán de saber la letra del himno nacional, el famoso God Save the Queen. A continuación, extractos del discurso sobre inmigración de Cameron, en el que se dibujan las líneas de Downing Street en esta materia:

• 'Una parte de la inmigración es buena. Deberíamos atraer lo mejor y más brillante a Reino Unido. Realmente necesitamos que vengan inversores y emprendedores'.• 'Una inmigración excesiva trae presiones, presiones reales en las escuelas, el acceso a la vivienda, sociales y sanitarias'.

• 'Algo muy importante, aunque es un error decir que los inmigrantes vienen a Reino Unido a quitarnos nuestros puestos de trabajo, no cabe duda de que la inmigración no controlada ha agravado nuestro Estado de bienestar'.

• 'Una de las razones para abordar la inmigración es la justicia, justicia con la gente que ya vive aquí, trabaja aquí, contribuye aquí y le preocupa encontrar trabajo, un buen colegio para sus hijos y permitirse una buena casa'.

• '[El nuevo control a la inmigración] garantizará una selección realista de los individuos con talento de acuerdo a nuestros intereses nacionales, gente que realmente contribuya a impulsar el crecimiento económico del país. Un sistema que imponga fuertes límites y no umbrales difusos, pruebas reales de aptitud y potencial'.

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