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Tormenta sobre la convención republicana

Junto a Isaac, que podría convertirse en huracán, las polémicas sobre las declaraciones de Akin y sobre el peculiar viaje a Galilea de varios congresistas conservadores amenazan con deslucir el nombramiento de Mitt Romney y Paul Ry

ISABEL PIQUER

Varias tormentas amenazan con deslucir la convención republicana de Tampa (Florida) que la próxima semana nombrará oficialmente al 'ticket' Mitt Romney-Paul Ryan a las presidenciales de noviembre. Tormentas políticas, como las del representante de Misuri, Todd Akin, y sus polémicas declaraciones sobre la 'violación legítima' o las últimas revelaciones del viaje algo peculiar de unos congresistas conservadores al mar de Galilea, en Israel. Y meteorológicas, porque la tormenta tropical Isaac amenaza con convertirse en huracán los próximos días y aguar, literalmente, la gran fiesta republicana.

Lo del ultraconservador Akin, que compite por el escaño de senador de su estado, ha sido un despropósito inesperado que ha amargado la recta final hacia el gran encuentro de Tampa. En vez de seguir culpando al presidente Barack Obama de todos los males del país y muy particularmente de la reforma del sistema de salud, Romney se ha visto obligado a pedir la renuncia del candidato con el que los republicanos esperaban recuperar la mayoría en el Senado.

Romney calificó de 'ofensivos' y 'erróneos' los comentarios del antiabortista Akin, que distinguió entre la violación 'auténtica', que según él muy raras veces genera un embarazo, y otros tipos que no especificó. 'No conozco a nadie que pueda estar de acuerdo' con las declaraciones del congresista de Misuri, afirmó por su parte Ryan a una cadena de televisión de Pittsburgh (Pensilvania), además de calificar de 'indignante' la referencia a la 'violación legítima'. Pese a las presiones del partido y Crossroad GPS, la todo poderosa organización de Karl Rove, el ex asesor de George Bush, que han anunciado que retiraban toda financiación a su campaña, Akin ha dicho que no se retiraba de la carrera que le opone a la senadora demócrata Claire McCaskill. Pero le será difícil resistir al embiste de los suyos.

El partido republicano ha adoptado una postura muy extrema sobre el aborto

La polémica sobre el aborto va a continuar porque de cara a la convención, el partido republicano ha adoptado una postura muy extrema, más parecida a la visión de Ryan, un católico conservador que propuso otorgar derechos al feto, que a la de Romney que ha respaldado el aborto en caso de violación o cuando peligra la vida de la madre. De hecho, en 2011 Ryan y otros republicanos patrocinaron un proyecto de ley de Akin que pretendía fortalecer las prohibiciones federales a la financiación del aborto e instalar el concepto de 'violación forzada'. Al ser cuestionado sobre ese concepto, Ryan indicó ayer que 'una violación es una violación y no hay que buscarle tres pies al gato'.

Y luego está el episodio de Galilea que no hubiera pasado del rango de anécdota, entre ridícula e inconsecuente, de no ser por el timing de la revelación que añade un poquito más de leña a la cuenta atrás hacia Tampa. Ocurrió hace un año, durante uno de esos viajes turístico-políticos que asociaciones afines a Israel organizan para granjearse el apoyo de los congresistas (una práctica muy extendida).

Parece que tras una cena bastante alcoholizada, los participantes, entre ellos congresistas de Nueva York, Arizona y California, se entusiasmaron y se tiraron al lago donde presuntamente caminó Jesús, en un momento de fervor religioso. Uno de sus participantes, el representante republicano de Kansas, Kevin Yoder, se tiró sin ropa y ahora ha tenido que disculparse por el incidente. 'Después de la cena seguí a algunos miembros del Congreso en un salto espontáneo y muy breve en el mar y lamentablemente me tiré sin traje de baño', explicó el congresista. 'Es un gran honor representar al pueblo de Kansas en el Congreso y pido disculpas por la vergüenza que les haya podido causar'.

Con tal de no hablar de economía y ridiculizar a la competencia, todo les parece bien a los demócratas

Los demócratas aplauden con las orejas. Con tal de no hablar de economía y ridiculizar a la competencia, todo les parece bien. Las llamadas 'guerras culturales' (los debates sobre religión, aborto o derechos gay) siempre dejan mal parados a los republicanos frente al codiciado electorado independiente. Obama ya intentó desviar el debate hace unos meses mostrando su apoyo al matrimonio homosexual, no tanto porque pensara recabar votos entre la comunidad gay, sino porque esperaba llevar a Romney al terreno minado de la intolerancia.

Todo este revuelo parece de momento pasar bastante desapercibido entre los votantes. Un nuevo sondeo asegura que de momento no hay grandes cambios en el panorama electoral. Según el Wall Street Journal Barack Obama mantiene su ligera ventaja frente a Romney, 48% frente a 44%, los mismos resultados de los últimos tres meses. La elección de Paul Ryan de momento sólo parece haber entusiasmado a la base ultra conservadora y mitigado su desconfianza hacia Romney. Los analistas políticos siguen divididos en cuanto a lo que puede aportar Ryan a la campaña. Un editorial del Wall Street Journal publicado antes de su nominación, veía en él un 'cambio generacional' que 'devolverá la prosperidad' a Estados Unidos. El movimiento progresistas Moveon.org ha calificado al contrario de 'suicidio político' la nominación de un candidato tan cercano al Tea Party.

'Isaac' podría ser el primer huracán en 90 años que consiga llegar a Tampa

Todavía es pronto para tener una idea clara. Los estadounidenses están terminando sus vacaciones y nadie presta mucha atención a las convenciones. De hecho las cadenas de televisión, anticipando la previsible saturación de los telespectadores, han anunciado que sólo conectarán una hora con Tampa en las tres últimas noches de la convención. CBS por ejemplo ha preferido emitir un viejo episodio de 'Hawaï Cinco-Cero' en vez del discurso de la esposa del candidato, Ann Romney, en el primer día de la cita conservadora.

Y por último está Isaac. Los meteorólogos vigilan con cautela la tormenta tropical que se desplaza rumbo al Oeste desde el Atlántico. Las simulaciones del Centro Nacional de Huracanes estiman que Isaac podría convertirse en huracán en los próximos días. Algunos modelos lo muestran azotando Florida, tras cruzar Cuba o las Bahamas posiblemente el domingo por la mañana. Aunque empieza la temporada de huracanes sería la primera vez en 90 años que uno de ellos conseguiría llegar hasta Tampa.

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