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Muere a los 116 años la mujer más anciana del mundo

Falleció tranquilamente y 'sin sufrimiento'en un hogar para mayores de Georgia.

REUTERS

Besse Cooper, la persona más longeva del mundo según el Premio Guinnes de los Récords, murió el martes a los 116 años en un hogar para ancianos del estado de Georgia, en Estados Unidos.

'Se levantó esta mañana, tomó un gran desayuno y fue a que la peinaran', dijo su hijo Sidney Cooper, de 77 años. 'Es como si lo hubiera planeado', reconoció.

Según Cooper, su madre murió tranquilamente y sin sufrimiento en el hogar de ancianos Park Place en Monroe. 'Se la veía muy bien cuando falleció', afirmó.

Besse, madre cuatro hijos, tuvo el primero en 1929, año en que dejó su profesión de profesora. Todos ellos siguen vivos y con buena salud, reconocía Sidney.

'Vivió en tres países. No mucha gente hace eso', dijo Cooper. Añadió que su madre murió tras padecer dificultades respiratorias que la hicieron acostarse después del desayuno.

Besse Cooper fue certificada por primera vez como la persona más anciana del mundo por el Premio Guinness de los Récords en enero de 2011.

Se le despojó del título durante unos meses, cuando se descubrió que la brasileña Maria Gomes Valentim, una estupenda centenaria, era 48 días más mayor. Guinness devolvió el título a Cooper después de que Gomes Valentim muriera en junio de 2011.

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