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La 'marea ciudadana' lusa toma la calle contra las imposiciones de la troika

Cientos de miles de portugueses han llenado las calles de Lisboa en el inicio de las marchas convocadas a las que se han sumado más de cuarenta ciudades

PÚBLICO / EFE

Cientos de miles de portugueses llenaron hoy el centro de la capital en el inicio de las marchas convocadas en las principales ciudades lusas para protestar contra la política de austeridad del Gobierno conservador y la troika.

La plaza Marqués de Pombal y la avenida Liberdade de Lisboa estaban repletas de manifestantes desde la hora de inicio de la concentración, a las cuatro de la tarde, que pedían solución al desempleo (que llegó el mes pasado al 17,6 %) y la grave crisis económica y social que sufre Portugal.

Los comentaristas de varias estaciones de radio y de televisión lusas coincidieron en considerar que la afluencia de manifestantes es la mayor que se ha visto en Portugal en los últimos dos años, cuando se han multiplicado las protestas contra los recortes presupuestarios exigidos por el rescate financiero del país.

Las manifestaciones que recorren el centro de Lisboa y otras cuarenta ciudades de todo el país fueron convocadas por el movimiento cívico Que se lixe a troika (Que se fastidie la troika) que ya organizó en septiembre pasado una de las protestas más multitudinarias de los últimos años en Portugal.

A la marcha se han integrado varios gremios profesionales, como el docente y el sanitario, y los grandes sindicatos y partidos de la izquierda lusa, cuyas mareas, como denominaron a las manifestaciones sectoriales, se juntaron en la plaza Marqués de Pombal para desfilar después por la avenida Liberdade.

Entre los manifestantes había estudiantes, jubilados y familias, con pancartas y consignas que reclaman la dimisión del Gobierno conservador y el fin de la intervención de Portugal por parte de la Comisión Europea (CE), el Banco Central Europeo (BCE) y el Fondo Monetario Internacional (FMI), conocidos como la troika.

El principal partido de la oposición lusa, el Socialista (PS) y el mayor sindicato CTGP, de línea comunista, respaldaron hoy las manifestaciones que se realizan por todo el país.

António José Seguro, secretario general del PS, declaró en un acto en el interior del país que los portugueses 'tienen muchas razones para estar indignados, protestar y exigir un cambio de política' ante el empobrecimiento de la nación. El Gobierno debe tener la 'inteligencia' de reconocer que sus medidas económicas y financieras han fallado, agregó Seguro, que pidió un 'giro' al Ejecutivo.

El secretario general de la CGTP (Confederación General de Trabajadores de Portugal), Arménio Carlos, fue mucho más duro y pidió la dimisión del Ejecutivo de Pedro Passos Coelho, mientras participaba en la manifestación de Lisboa. 'El Gobierno sabe que pende de un hilo', aseguró Carlos, que achacó al equipo de Passos Coelho carecer de 'legitimidad política, moral y ética' para seguir en el poder. 'Se ha convertido en un problema que impide salir de la crisis', abundó el sindicalista.

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