El Papa Francisco ha ordenado al prelado de Limburg (Alemania), conocido como el obispo del lujo por gastar 31 millones de euros en la construcción de su residencia , que abandone su diócesis en Alemania por un periodo temporal no especificado.

El Vaticano ha tomado esta decisión contra Franz-Peter Tebartz-van Elst, de 53 años, dos días después de que se reuniera con el Papa para hablar del escándalo en la Iglesia alemana en un momento en el que el pontífice está subrayando la importancia de la humildad y de la servidumbre a los pobres.

El Pontífice se reunió el pasado 17 de octubre con el presidente de la Conferencia Episcopal Alemana, Robert Zollitsch, y el pasado 21 de octubre tuvo un encuentro con el obispo de Limburgo y, según indica un comunicado vaticano emitido en alemán, el Papa 'ha sido continuamente informado amplia y objetivamente sobre la situación'.

El obispo del lujo tomó un vuelo de la aerolínea lowcost Ryanair después de que varios diarios alemanes revelasen que desembolsó 31 millones para construir su vivienda -presupuestada en 5,5 millones de euros- y ha permanecido una semana en Roma antes de su encuentro con el líder de la Iglesia católica.

En un comunicado difundido este miércoles por la oficina de prensa del Vaticano, se explica que el papa ha sido informado 'ampliamente y objetivamente de la situación en la diócesis de Limburg, en la que se ha creado una situación en la cuál el obispo Franz-Peter Tebartz-van Elst, en el momento actual no puede ejercitar su ministerio episcopal'.

La nota añade que se ha creado una comisión para realizar 'un profundo examen sobre la construcción de la sede episcopal' y que 'en espera de resultados sobre esta investigación y las posibles responsabilidades' el vicario general Wolfgang Rösch adminsitrará la diócesis de Limburg.

El comportamiento del obispo ha desatado un alud de críticas desde todos los ámbitos en Alemania, país de por sí identificado con la austeridad, mientras se insiste en que el lujo está en discrepancia con la modestia defendida por Francisco.

La Iglesia Católica tiene a unos 24,5 millones de fieles en Alemania, aproximadamente 700.000 más que la Evangélica, aunque en ambas confesiones se producen anualmente unas 125.000 apostasías.

Según el Frankfurter Allgemeine Zeitung, desde que estalló el escándalo se han multiplicado las apostasías, tanto en la diócesis de Limburg como en el resto del país.

En este sentido, indica que 'a la espera de los resultados de este examen y de las investigaciones relacionadas sobre su responsabilidad', la Santa Sede considera oportuno autorizar 'un periodo de permanencia fuera de la diócesis'.