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Cameron apela a los sentimientos de los escoceses para que no dividan Reino Unido

Guy Faulconbridge y Andrew Osborn / REUTERS

El primer ministro británico, David Cameron, apeló a los sentimientos de los escoceses en su última visita a la región antes del histórico referéndum de esta semana, advirtiéndoles el lunes de que una votación positiva para abandonar Reino Unido será irreversible.

En momentos en que las encuestas de opinión sugieren que el resultado de la votación del jueves es muy ajustado como para hacer una previsión, Cameron, líder del gobernante Partido Conservador, que tiene su mayor respaldo en Inglaterra, apeló a los electores para que no usen la consulta como un voto de protesta. 'No habrá vuelta atrás. No hay segunda vuelta. Si Escocia vota sí, el Reino Unido se dividirá y seguiremos caminos separados para siempre', dijo el primer ministro en un discurso en la ciudad escocesa de Aberdeen.

El viaje de Cameron es un último intento por convencer a muchos electores indecisos para que rechacen la independencia. Hasta unas 500.000 personas entre los más de 4 millones de votantes registrados no saben qué votarán. 'La independencia no será una separación, será un divorcio doloroso', dijo el primer ministro. Agregó que los escoceses no deberían votar por la independencia sólo porque algunos votantes están descontentos con él y su Gobierno.

El partido de Cameron es impopular entre los escoceses, que tradicionalmente votan por el opositor Partido Laborista y conservan amargos recuerdos del período en el poder de la ex primera ministra conservadora Margaret Thatcher entre 1979 y 1990. Los conservadores tienen apenas uno de los 59 escaños parlamentarios británicos en Escocia, y el partido pro independencia Partido Nacional Escocés (SNP por su sigla en inglés) ha surgido en los últimos años como una fuerza política dominante.

Cameron prometió que los escoceses se beneficiarán de un 'programa de descentralización sin precedentes' si rechazan la independencia.

El lunes, el líder del SNP, Alex Salmond, hacía campaña por la independencia en Edimburgo, donde se reunió con líderes empresariales que respaldan la división. Salmond dijo que Escocia votará por la independencia y que la próxima vez que Cameron viaje será para debatir los detalles del acuerdo de separación del país, de 5 millones de habitantes, de Reino Unido.

Los partidarios de la independencia dicen que es hora de que Escocia elija sus propios líderes y se gobierne, libre del control de Londres y de políticos que, afirman, ignoran sus puntos de vista y necesidades. Quienes se oponen a la independencia dicen que Escocia es más segura y próspera como parte de Reino Unido y el final de la unión destruirá tres siglos de lazos e historia compartida, además de causar dificultades económicas y financieras.

De cuatro encuestas recientes, tres mostraron que aquellos a favor de mantener la unión tenían una ventaja de entre 2 y 8 puntos porcentuales. Pero un sondeo de ICM realizado en Internet mostró que los partidarios de la independencia tenían un respaldo del 54 por ciento frente a un 46 por ciento.

Más de 4 millones de escoceses así como ingleses y residentes extranjeros desde las Tierras Altas y las islas hasta los condados de Glasgow pueden votar. La pregunta en la papeleta simplemente dice: ¿Debería Escocia ser un país independiente?

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