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EEUU inicia su ofensiva aérea en Siria contra los yihadistas

PÚBLICO / AGENCIAS

Estados Unidos y varias naciones aliadas iniciaron este martes la ofensiva de ataques aéreos contra el grupo yihadista Estado Islámico (EI) en Siria anunciada hace 13 días por el presidente estadounidense, Barack Obama. 'Fuerzas de EEUU y de naciones aliadas han comenzado los ataques contra el EI en Siria usando una combinación de cazas, bombarderos y misiles Tomahawk', anunció portavoz del Departamento de Defensa, el contralmirante John Kirby, en un comunicado.

Los bombardeos han dejado de momento 128 muertos, entre los que hay 70 combatientes del EI, 50 del Frente al Nusra, la filial de Al Qaeda en Siria y que en principio no era blanco de la ofensiva, y ocho civiles, según ha informado el presidente del Observatorio Sirio de los Derechos Humanos, Rami Adbulrahman. La ONG no descartó que la cifra de fallecidos pueda aumentar porque entre los más de 300 heridos, hay cien heridos en estado grave, que fueron trasladados a Irak.

El Mando Central de Estados Unidos tomó la decisión de iniciar los bombardeos sobre el EI en Siria tras recibir la autorización de Obama, explicó Kirby en una breve nota en la que no detalló más información 'dado que la operación está en marcha'. Fuentes oficiales citadas por The Washington Post y The New York Times precisaron que en la operación están involucrados cinco países árabes: Baréin, Jordania, Qatar, Arabia Saudí y los Emiratos Árabes Unidos.

En la operación están involucrados Baréin, Jordania, Qatar, Arabia Saudí y Emiratos Árabes Unidos

Los bombardeos tienen lugar en la capital de facto del EI en Siria, Al Raqa, y su objetivo son puntos estratégicos de los yihadistas, entre ellos campos de entrenamiento, arsenales y puestos de control. Con el inicio de los ataques en Siria ya están en marcha todas las operaciones de la ofensiva contra el EI anunciadas por Obama en un solemne discurso a la nación el pasado 10 de septiembre. Los ataques han alcanzado también Deir al Zur, Al Hasaka y Alepo, donde se ha visto afectado un edificio residencial, mientras el EI ha evacuado sus bases en la localidad de Manbech, en Alepo, y ha impuesto un toque de queda en Al Bab, uno de sus feudos más importantes en esta zona.

Mientras los ataques se suceden, Hadi Bahra, el presidente de la alianza opositora siria, la Coalición Nacional Siria (CNFROS), ha celebrado el inicio de la ofensiva aérea. Por su parte, el régimen de Bashar al Asad ha manifestado que da su apoyo a 'cualquier esfuerzo internacional' contra los yihadistas y asegura que fue informado con antelación por EEUU del inicio de la ofensiva, algo que la Casa Blanca niega.

Tras los primeros ataques, Obama, en una alocución justo antes de partir hacia la Asamblea de Naciones Unidas en Nueva York, ha declarado que la operación 'llevará tiempo' e implicará 'desafíos'. 'Vamos a hacer lo que sea necesario para acabar con este grupo terrorista', subrayó el mandatario estadounidense. 'Estados Unidos está orgulloso de estar, hombro con hombro, con estas naciones por el interés de nuestra seguridad común', añadió Obama sobre el apoyo brindado de los cinco países árabes involucrados en los bombardeos. Además, 40 países se han comprometido a colaborar en diverso grado en las operaciones militares contra los yihadistas del EI en Irak, donde EEUU ha realizado casi 200 ataques desde comienzos de agosto, y eventualmente en nuevas operaciones militares en Siria.

Obama ha insistido una y otra vez en que esta operación será diferente a las contiendas abiertas en Irak y Afganistán durante la presidencia de George W. Bush porque en ningún caso implicará el despliegue de tropas de EEUU sobre el terreno. Sin embargo, el mandatario estadounidense se enfrenta al escepticismo de quienes creen, incluso dentro del Pentágono, que es imposible vencer al EI sin combates en tierra. Desde el anuncio de la ofensiva el 10 de septiembre, el Gobierno y el Congreso de Estados Unidos han ido dando pasos para materializar la estrategia dibujada por el presidente Obama.

Hay quienes creen, incluso dentro del Pentágono, que es imposible vencer al EI sin combates en tierra 

El día 15, Estados Unidos lanzó el primer ataque contra el EI cerca de Bagdad en el marco de la ampliación de su ofensiva en Irak con el envío de 475 militares más, una cifra que completa un total de más de 1.600 desde el inicio de los ataques aéreos en ese país el pasado 8 de agosto. Hasta entonces, la ofensiva estadounidense contra el EI en Irak se había limitado a posiciones de los yihadistas en el norte del país para proteger a su personal o por razones humanitarias. Tres días después, el Congreso estadounidense autorizó el armamento de los rebeldes sirios que luchan contra el Estado Islámico, un 'elemento clave' para Obama en su estrategia para frenar al grupo yihadista.

El Estado Islámico no sólo ha ganado poder y terreno en los últimos meses, sino también visibilidad. Sus avances en Irak y las brutales decapitaciones televisadas de occidentales han conmocionado al mundo y presentado a este grupo como una amenaza más temible aún que Al Qaeda. Estados Unidos continúa construyendo una coalición lo más amplia posible de países para vencer a los yihadistas porque una de las líneas rojas de Obama es que EEUU, a diferencia de lo ocurrido en los años de Bush, no actúe en solitario. La otra línea roja es que no haya tropas de combate terrestres ni en Irak ni en Siria, por lo que el mandatario estadounidense insiste en que esta operación no será un nuevo Irak ni un nuevo Afganistán, guerras a las que prometió poner fin cuando asumió la Presidencia.

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