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Israel mata a los dos sospechosos del secuestro y asesinato de tres estudiantes en junio

AGENCIAS

Tropas israelíes han matado este martes a los dos principales sospechosos de capturar y asesinar a tres estudiantes israelíes el pasado 12 de junio en un cruce cercano a la colonia de Gush Etzion, en Cisjordania. El asesinato de los tres jóvenes fue el desencadenante de la ofensiva israelí sobre Gaza, que duró siete semanas y provocó la muerte de 2.100 palestinos -la mayoría de ellos civiles- y la destrucción total de la ciudad. Por parte de Israel, fallecieron 67 soldados y seis civiles.

Según un comunicado difundido, ambos murieron tiroteados durante una operación realizada esta noche en los alrededores de la ciudad de Hebrón en la que participaron efectivos del Ejército y de los servicios secretos. Israel llevaba buscando a Marwan Kawasme y Amar Abu Aysha durante meses. Los residentes de Hebrón han relatado que las tropas habían rodeado una casa antes de que amaneciera y escucharon disparos. 

La versión de la Inteligencia interna (Shin Bet) asegura que unidades de élite estaban tratando de arrestar a Kawasme y Abu Aysha cuando se inició un tiroteo, en el que los dos hombres buscados terminaron asesinados, según ha dicho el teniente coronel Peter Lerner a Reuters. 'Abrimos fuego, que devolvieron y terminaron muertos en el intercambio', dijo Lerner. La muerte de ambos dificulta la investigación sobre si actuaron por orden directa del liderazgo del Hamás, como denuncia Israel, o si lo hicieron por su propia cuenta, como han dado a entender altos mandos del citado movimiento islamista.

Fuentes palestinas aseguran, por su parte, que las tropas israelíes, apoyadas por excavadoras, abrieron fuego sobre la casa entre las protestas de los vecinos, que lanzaron piedras contra los soldados. Guilad Shaer, Naftalí Frenkel y Eyal Yifrach -dos de ellos menores- desaparecieron el pasado 12 de junio cuando hacía autostop para regresar a su casa tras salir de la escuela religiosa en la que estudiaban cerca de Hebrón.

Sus cuerpos fueron hallados tres semanas después, tiroteados en un descampado cercano a la referida ciudad palestina, con signos de haber sido asesinados el mismo día de la captura y tras un amplia operación militar israelí de búsqueda, en la que participaron miles de soldados.

Su asesinato desató ataques racistas y venganzas contra los palestinos en Jerusalén por parte de grupos ultranacionalistas judíos, en uno de los cuales fue capturado y asesinado Mohamad Abu Jedeir. Jedeir, un adolescente de 16 años, fue atrapado en el barrio de Suafat, en Jerusalén Este, quemado vivo y su cuerpo abandonado en un bosque del oeste de la ciudad santa. Desde entonces, la urbe es escenario de un creciente clima de tensión, con protestas y arrestos diarios de palestinos, ataques al tranvía y a las colonias judías de la ciudad.

La desaparición y muerte de los tres muchachos, que desde el primer momento el gobierno israelí cargó sobre los hombros de Hamás -aunque este nunca ha asumido oficialmente la autoría-, fue también uno de los detonantes de la devastadora ofensiva Margen protector que este verano Israel lanzó sobre Gaza.

En la operación militar, que empezó una semana después de ser hallados los cadáveres, perdieron la vida más de 2.100 palestinos y resultaron heridos cerca de 11.000, en su gran mayoría civiles y una cuarta parte niños. Además, murieron 67 soldados israelíes, dos civiles -uno de ellos un niño- y un trabajador extranjero, estos últimos alcanzados por alguno de los miles de proyectiles lanzados desde la Franja de Gaza.

También supuso la detención de más de medio millar de palestinos en Cisjordania, en su mayoría miembros de Hamás, y exconvictos que habían sido liberados tras el canje de Shalit. En represalia, el Ejército israelí también demolió el pasado agosto los hogares familiares de ambos sospechosos del crimen, una acción que el padre de Abu Jedeir ha solicitado también para los captores y asesinos de su hijo.

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