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El PC chino elige a los delfines de Hu Jintao

Entran en el Politburó los políticos que dirigirán los destinos de China a partir de 2012

ANDREA RODES

Xi Jinping y Li Keqiang, de 54 y 52 de edad, son los representantes de la nueva generación de políticos que se incorpora al poder chino. Desde su entrada ayer en el Comité Permanente del Politburó, el auténtico Gobierno de China, son los candidatos más probables a suceder al presidente y secretario general del PCCh, Hu Jintao, en 2012.

Tras anunciar la renovación de sus cargos para un segundo mandato, Hu presentó a los 25 miembros del Politburó y a los nueve miembros de su Comité Permanente para los próximos cinco años. Xi y Li fueron presentados por Hu como 'dos camaradas relativamente jóvenes'. Ambos forman parte de la llamada 'quinta generación', políticos que rondan los 50 años de edad, llamados a ser la nueva clase dirigente del país. 

Según los precedentes, Xi, que fue presentado el primero, sería el mejor situado para convertirse en el futuro en el sucesor de Hu, ocupando el cargo de presidente y secretario general del PCCh. Li sustituiría al primer ministro, Wen Jiabao. Pero todo es incierto en el secretismo de la política china y los analistas no descartan que puedan surgir nuevos rivales durante los próximos años. 'Es la primera vez que el PCCh no apuesta claramente por un hombre como sucesor', explicó Cheng Li, director del Comité Nacional de Relaciones Sino-Americanas, en una conferencia en el Instituto Brookings de Washington. El aumento de la competitividad entre rivales políticos se interpreta como un indicio de la democracia interna que el PCCh se ha propuesto poner en práctica. La designación autoritaria de un sucesor podría despertar el malestar entre los miembros del PCCh, que representan a clases sociales cada vez más diversas. Xi, secretario general del PCCh en Shangai, está considerado uno de los príncipes del PCCh -descendientes de las élites políticas del país- y es uno de los protegidos del ex presidente Jiang Zemin.

Li, como Hu, está vinculado a los tuanpai, políticos formados en la Liga de las Juventudes Chinas. Aparte de Xi, un alto número de notables han entrado a formar parte del nuevo Politburó. Hombres como Wang Qishang, alcalde de Pekín, y Li Yuanchao, secretario general de la provincia de Jiangsu, son los príncipes de la quinta generación que Hu necesita mantener en el Politburó para tranquilizar a las élites y poder llevar a cabo sus reformas sociales sin demasiada oposición, según la opinión de algunos analistas. La entrada de políticos de la 'quinta generación' es estratégica porque se espera que puedan resolver mejor los retos y necesidades de la China actual. Ellos son la clave para formular las nuevas políticas sociales, económicas y de exteriores de los próximos años, y para controlar la disciplina interna del partido.

A diferencia de sus antecesores, en su mayoría tecnócratas, Xi y Li tienen una amplia formación superior en derecho y economía y una larga experiencia en el gobierno provincial. Cheng también ha llamado a los políticos de la quinta generación 'la generación perdida'. Durante la Revolución Cultural fueron enviados a trabajar al campo y no pudieron ir a la escuela.

Al regresar a la ciudad en 1978, muchos entraron directamente en la universidad, salieron de la miseria y hoy forman parte de la élite del país. Según Cheng, esta facilidad para dar cambios drásticos quizás les empuje a aplicar en el futuro las primeras reformas democráticas.

Las dos Chinas: populistas y elitistas

Según Cheng, la elección del nuevo Comité Permanente es el resultado del enfrentamiento entre dos alas internas del PCCh con intereses sociales diferentes. La “coalición populista”, formada por Hu y el primer ministro Wen, apuesta por el desarrollo de la China del norte y del interior, y defiende los intereses de emigrantes urbanos y campesinos.
Li, secretario de la provincia interior de Liaoning, ha demostrado estar más cerca de esta política de crecimiento económico e igualdad social, promovida por Hu.

La “coalición elitista” liderada por Zang y el ex vicepresidente Zeng Qigong, que perdió el domingo su puesto al ser excluido del nuevo Comité Central, se identifica con los intereses de empresarios, nueva clase media y élites políticas de la desarrollada costa este. La inclusión de Xi y Li en el Comité Permanente refleja la entrada en el poder de las dos Chinas, la del crecimiento acelerado y la de los desequilibrios sociales.  

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