GINEBRA. - El Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) ha criticado la actuación de la Policía de Macedonia que el domingo empleó gases lacrimógenos y balas recubiertas de goma contra cientos de inmigrantes y refugiados en la frontera con Grecia. Médicos Sin Fronteras (MSF) tuvo que atender a hasta 300 personas.

"Las escenas que hemos visto de uso de gases lacrimógenos son muy preocupantes para ACNUR. Es demasiado para aquellos que están preocupados por la respuesta de Europa a la situación de los refugiados y migrantes", afirmó en un comunicado Adrien Edwards, portavoz del ACNUR. "Una y otra vez en los últimos meses hemos visto tensiones crecientes en varias fronteras europeas entre las fuerzas de seguridad y personas que huyen de la guerra. Se daña la percepción respecto a los refugiados, pero también la imagen de Europa. Todo el mundo pierde", aseveró Edwards.

El portavoz recordó que hay 46.000 solicitantes de asilo e inmigrantes en territorio griego, 11.000 de ellos en Idomeni, "donde llevan semanas durmiendo a la intemperie en condiciones deprimentes que fomentan la desesperación y la desesperanza". En este sentido, Edwards ha precisado en un comunicado que ACNUR está dispuesto a apoyar el "traslado voluntario" de estas personas a lugares puestos en marcha por el Gobierno griego y que cuenten "con los servicios necesarios mientras el registro y el procesamiento se produce" y ha advertido de que "esto es urgente".

No obstante, la solución es la relocalización de toda persona que necesite efectivamente protección internacional, unos traslados que han sido acordados por la UE pero que, sin embargo, no se han implementado. "La violencia es mala en cualquier circunstancia. ACNUR espera que Europa dé ahora los pasos necesarios. Estamos preparados para ayudar a los gobiernos a seguir cumpliendo con sus obligaciones con los refugiados", concluyó el portavoz.