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Al Asad se da un baño de masas en Damasco

El presidente pronuncia un mitin en la calle con su familia

E. GARCÍA GASCÓN

El presidente sirio, Bashar al Asad, dirigió unas palabras a miles de simpatizantes que se congregaron en una céntrica plaza de Damasco para mostrar su apoyo al régimen, en el primer gesto de esta naturaleza que tiene lugar desde que se iniciaron las protestas hace diez meses. El rais expresó su convicción de que el régimen derrotará a la supuesta 'conspiración' internacional que pretende destruir el país.

Vestido de manera informal con chaqueta oscura y pantalones grises, Asad compareció en la plaza de los Omeyas junto con su esposa, Asma, y sus dos hijos para dejar bien patente que no son ciertos los rumores en el sentido de que su familia ya ha buscado refugio en el extranjero y él lo hará pronto. La comparecencia 'espontánea', según la agencia oficial de noticias SANA, parece destinada a indicar a su pueblo que está decidido a permanecer en su puesto hasta el final.

Un observador de la Liga Árabe denuncia que la misión es una farsa a favor de Siria

Al Asad recalcó ante una muchedumbre entregada que los 'conspiradores internacionales', que no mencionó pero que para los millares de seguidores estaban claros (Estados Unidos, Israel y Arabia Saudí), saldrán derrotados 'sin ninguna duda'. El baño de multitudes fue saludado a lo grande por los medios de comunicación locales.

Un exobservador árabe que ha dimitido de la misión enviada a Siria, Anwar Malek, aseguró a la cadena de televisión qatarí Al Yazira que la iniciativa de la Liga Árabe es una 'farsa' y está siendo manipulada por el Gobierno de Damasco. 'Lo que he visto era un desastre humanitario, y el régimen no está cometiendo un crimen de guerra sino una serie de crímenes contra su pueblo. Los francotiradores están por todas partes disparando contra los civiles, se secuestra a la gente, se tortura a los prisioneros y no se ha liberado a ninguno de ellos', denunció Malek.

Mientras tanto, un periodista del canal de televisión France 2, Guilles Jacquier, murió como consecuencia de la explosión de una bomba cuando cubría una manifestación cerca de un hospital en el barrio alawí de Zahra, en Homs. La concentración era de apoyo al régimen. Otro periodista belga resultó herido. Al menos ocho civiles más murieron durante la jornada en distintas partes del país.

Malek: 'El régimen está cometiendo crímenes, torturas y secuestros'

Por su parte, la embajadora de Estados Unidos ante la ONU, Susan Rice, contó que un funcionario de Naciones Unidas le había dicho que 400 personas han muerto en Siria desde la llegada a ese país de los observadores árabes, lo que ocurrió el 26 de diciembre. La cifra no incluye a las 24 personas que perecieron en un atentado suicida en Damasco la semana pasada.

Según Rice, este dato es una 'clara indicación' de que el régimen no tiene intención de cumplir el protocolo que en diciembre firmó con la Liga Árabe sino que está incrementando la violencia contra los manifestantes.

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