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Las amistades particulares

Aznar y Blair callan sobre Libia

ERNESTO EKAIZER

Adivinanza: ¿a qué razón puede deberse que Tony Blair y José María Aznar mantengan un silencio riguroso sobre lo que está ocurriendo en Libia?

Respuesta: a que ambos han cultivado sus relaciones personales, después de dejar sus respectivos gobiernos, con Muamar Gadafi.

Gadafi alcanza el nivel de amistad personal con los expresidentes

¿Y quizá a algo más? ¿A relaciones de negocios, es decir, a ciertas gestiones de lobby?

Ambos se pronunciaron sobre la marea democrática en Túnez y Egipto, sobre la 'incertidumbre que supone este proceso', pero en el caso de Libia, nada. Ni una sola palabra. Ambos cortejaron desde sus gobiernos a Gadafien 2003, tras la invasión de Irak, con el objetivo de mostrar que uno de los grandes éxitos de esa guerra había sido convertir a Gadafi en un aliado contra el terrorismo islamista. Pero lo que aquí interesa es la relación personal, la que explicaría el silencio de estos días.

¿Por qué? Veamos. El 5 de junio de 2010, Saif al Islam Gadafi, hijo del dictador, concedió en Londres una entrevista al periódico Daily Mail, en la que presentaba a Blair como un 'amigo personal de la familia' e informaba de que el ex primer ministro británico había visitado 'muchas, muchas veces' Libia después de retirarse en 2007.

El hijo de Gadafi aseguró que Blair trabaja como asesor del país

También señaló que Blair estaba involucrado en proyectos africanos con su padre y ejemplificó: 'También ejerce en cierto modo un papel de consultor con la Autoridad Libia de Inversiones (ALI)'. Este fondo soberano canaliza 76.000 millones de euros procedentes de la riqueza petrolera del país.

La declaración de Saif, sí, el mismo Saif que amenazó por la televisión estatal, el pasado domingo, con que correrán ríos de sangre, advertencia que se cumple al pie de la letra, suponía un problema para Blair, que desarrolla la actividad de enviado especial para Oriente Próximo del llamado cuarteto (Estados Unidos, Rusia, Naciones Unidas y Unión Europea). Blair advirtió al periódico que no tenía relación de ningún tipo con la ALI. El diario precisaba que, empero, Blair asesoraba a 'varias empresas que buscan una tajada de los masivos ingresos de las reservas de petróleo de Libia'. Cinco días después de la entrevista, mira por dónde, Blair viajaba a Trípoli, donde mantuvo, el 10 de julio de 2010, una entrevista con Gadafi.

¿Y Aznar? En la visita que realizó el dictador a España, en 2007, el sábado 15 de diciembre, antes del comienzo de su visita oficial, que duró un día, ofreció a José María Aznar y a su esposa, Ana Botella, una cena privada en la jaima instalada en el restaurante sevillano Hacienda La Boticaria, en Alcalá de Guadaira.

Aznar y su mujer fueron invitados

Por supuesto, Gadafi ha sido cortejado por la mayoría de los líderes europeos, empezando por Silvio Berlusconi y siguiendo por JoséLuis Rodríguez Zapatero, pero el punto es la amistad personal que ha desarrollado con exjefes de Gobierno después de que estos han dejado de ejercer sus funciones oficiales y dedican su principal actividad a los negocios.

Libia, en función de las relaciones personales que mantenían con Gadafi, representaba, ni duda cabe, un lucrativo país.

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