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El asesino de Rabin divide a los judíos

Los hijos y seguidores del ex primer ministro critican los privilegios concedidos al magnicida

Eugenio García Gascón

En el mismo día en que se cumplieron doce años desde que asesinara al primer ministro israelí Yitzhak Rabin, Yigal Amir, participó ayer en la ceremonia de circuncisión de su primer hijo en la prisión de Rimonim en el centro de Israel.

Uno de los nombres del niño es Shalom, que en hebreo significa paz, y que se le ha puesto al recién nacido por expreso deseo de Amir, cuyo abuelo paterno se llamaba así. El nombre del niño es una ironía si se tiene en cuenta que Amir cometió el asesinato para que Rabin no firmara la paz con los palestinos.

El aniversario del asesinato y el tratamiento especial que recibe su verdugo por parte de las autoridades amenazan con dividir a la sociedad judía. En las puertas de la prisión se congregaron ayer decenas de manifestantes de la izquierda y la derecha, quienes se cruzaron entre sí gritos, insultos y consignas criticando a Amir o defendiéndolo. Fuera de esto, no se registraron incidentes.

Críticas al sistema judicial

La ceremonia se desarrolló en la más estricta intimidad. Sólo una quincena de personas, familiares directos de Yigal Amir, además del rabino, pudieron acceder a la prisión. Todos se reunieron en una sala y al cabo de diez minutos entró el asesino. Rápidamente se circuncidó al niño y Amir regresó a su celda.

Las autoridades penitenciarias prohibieron a los familiares de Amir introducir cámaras de video y teléfonos móvilespara impedir que se filmara la ceremonia.

La madre del niño, la doctora Larisa Trimbobler, se divorció de su anterior marido para poder casarse con Amir, a quien prácticamente no conocía antes del matrimonio. El niño fue engendrado por inseminación artificial.

Yuval Rabin, hijo del difunto primer ministro, pronunció el sábado por la noche una sentida alocución ante las 150.000 personas que se reunieron en Tel Aviv para recordar el magnicidio y fue muy duro con el sistema judicial israelí.

Yuval denunció el 'inestable y débil muro de silencio' de una ley que permite queYigal Amir celebre por todo lo alto la circuncisión de su hijo en el aniversario del asesinato de su padre.

'El hombre que hace ahora doce años se paseó por esta misma plaza y con pleno conocimiento se apropió del papel de juez y acusador... el hombre que abusó de las leyes de la democracia, continúa burlándose de ellas hoy', dijo Yuval.

Algunos comentaristas han subrayado con inquietud que prácticamente todos los que acudieron a la concentración de Tel Aviv eran judíos ashkenazis, es decir, originarios de Europa.

Eso indica que en la sociedad israelí existe una profunda brecha entre los ashkenazis y los llamados judíos orientales, es decir, los provenientes de los países árabes.

Durante los últimos días se han multiplicado las críticas al sistema judicial israelí por permitir el festejo carcelario de Amir, pero los jueces aseguran que no han tenido más remedio que autorizar la circuncisión en el aniversario del asesinato.

Yigal Amir, que ahora tiene 37 años, nació en una familia religiosa de origen yemení, estudió en una escuela rabínica, ingresó en las filas del ejército y se matriculó en la Universidad, donde se relacionó con estudiantes extremistas que se oponían al proceso de paz con los palestinos.

El enfado de la hija de Rabin

Dalia Rabin, hija de ex primer ministro, ha denunciado que los 'rabinos de las escuelas talmúdicas' que autorizaron el asesinato siguen en el libertad haciendo de las suyas y el Gobierno no ha adoptado ninguna medida para silenciarlos.

Dalia se refería con estas palabras a la Universidad Bar-Ilan, un centro cercano a Tel Aviv donde Yigal Amir estudió y planeó el asesinato. Desde hace doce años poco ha cambiado en esta universidad ortodoxa, aunque ahora la dirección del centro prohibe todo tipo de reuniones políticas.

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