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Asia conmemora el décimo aniversario del tsunami que cambió para siempre la región

Se cumplen diez años de la mayor catástrofe humana vivida en el siglo XXI. Un terremoto de 9,1 desencadenó una ola gigante que dejó unos 230.000 muertos y 42.000 desaparecidos

Fotografía de diciembre de 2004. Una mujer india llora la muerte de un familiar en la ciudad de Cuddalore. - REUTERS

PÚBLICO / AGENCIAS

Los supervivientes y las familias de los muertos y desaparecidos por el tsunami que el 26 de diciembre de 2004 arrasó el sureste asiático se han reunido en distintas ceremonias alrededor de toda la región para conmemorar el décimo aniversario.

En Indonesia, miles de personas se han congregado en una mezquita de Banda Aceh convertida en todo un símbolo ya que, con 135 años de antigüedad, fue el único edificio que consiguió mantenerse en pie en una planicie que quedó anegada por las aguas del océano Índico. "Alá mantuvo su casa intacta, eso es lo que creemos nosotros, los musulmanes", ha dicho Azman Ismail, el imán de la Gran Mezquita de Baiturrahman.

La región de Aceh, en el extremo norte de Sumatra, sufrió la mayor embestida

Unas 5.000 personas, entre hombres, mujeres y niños de Banda Aceh y las localidades cercanas, se han acercado hasta el templo islámico para conmemorar este décimo aniversario, en el mayor rezo masivo desde el desastre natural. Un terremoto de 9,1 en la escala de Richter localizado en la costa de la isla indonesia de Sumatra desencadenó una gran ola que dejó unos 230.000 muertos, además de 42.000 desaparecidos que se cree que fueron tragados por el mar.

La región de Aceh, en el extremo norte de Sumatra, sufrió la mayor embestida. Sólo entre sus habitantes se contaron 168.000 muertos. Además, 800 kilómetros del litoral quedaron completamente arrasados por las tres olas gigantes que siguieron al seísmo. Un buque de 2.600 toneladas varado a cuatro kilómetros del mar recuerda la destrucción que dejó el tsunami.

"La segunda ola es la que arrastró el barco hasta aquí. El 80% de las casas quedaron destruidas", relata la guía de este lugar reconvertido en memorial de las víctimas y atracción turística.

En Lampulo, un barrio de pescadores de Banda Aceh, un barco permanece incrustado en el techo de una casa. - EFE

En Lampulo, un barrio de pescadores de Banda Aceh, un barco permanece incrustado en el techo de una casa. - EFE

Una década después, el rastro de la destrucción es casi imperceptible, salvo por los restos esporádicos de alguna casa conservados en algún solar o en una rotonda de alguna de las modernas avenidas que cruzan la capital de esta región. Un museo, dos fosas con los restos de 72.000 fallecidos, carteles señalando las vías de evacuación o postes indicando la altura que alcanzaron las olas son los únicos vestigios físicos que quedan de la catástrofe, que puso en marcha una campaña de ayuda humanitaria sin precedentes.

El tsunami no solo arrasó Indonesia, también tuvo efectos devastadores en todos los países bañados por el Índico

La solidaridad internacional vertió unos 6.700 millones de dólares en Aceh para financiar la reconstrucción que se dio por terminada en 2009. Su legado más visible son las docenas de barrios reconstruidos o de nueva planta con casas idénticas donde fueron alojados la mayoría de los 565.000 desplazados por el desastre. Aparte de la reconstrucción física, el tsunami también propició el fin a tres décadas de guerra entre el Ejército y la guerrilla separatista, y el desarrollo del autogobierno de Aceh, la única región del país donde rige la ley islámica.

El tsunami no solo arrasó Indonesia, también tuvo efectos devastadores en todos los países bañados por el Índico, convirtiéndose así en el mayor desastre natural vivido en el siglo XXI en términos de vidas humanas. Tailandia fue uno de los países más afectados. Unas 5.400 personas murieron por la serie de olas que sacudieron sus costas, entre ellos 2.000 turistas extranjeros que habían viajado al país asiático para disfrutar allí del fin de año.

Los tailandeses se reunirán este viernes en torno al monumento a las víctimas del tsunami construido en la pequeña localidad costera de Ban Nam Khem, ubicada en la provincia de Phang Nga, donde se concentra el 8% de los fallecidos por el tsunami.

En la última década 28 países asiáticos han invertido más de 400 millones de dólares en sistemas de alerta

Sri Lanka recordará a sus víctimas con el simbólico recorrido de un tren que fue arrollado por las olas, acabando con la vida de sus 1.270 pasajeros. El tren contará con la locomotora y los cinco vagones originales. India marcará el décimo aniversario de esta catástrofe con un simulacro de tsunami en las localidades costeras del estado de Tamil Nadu, en el sur del país, donde 6.000 personas murieron arrastradas por el mar.

En la última década 28 países asiáticos han invertido más de 400 millones de dólares en sistemas de alerta temprana de terremotos y tsunamis, a pesar de lo cual millones de pequeños pueblos siguen siendo vulnerables en las costas.

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