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Barcos, helicópteros y drones italianos lucharán por evitar otra tragedia como la de Lampedusa

El despliegue costará 1,5 millones de euros al mes, sufragados por el país transalpino, que en las últimas horas ha rescatado a otros 330 inmigrantes.

PÚBLICO/AGENCIAS

 El Gobierno italiano ha acordado desplegar cinco buques de la Marina dotados con helicópteros y vehículos aéreos no tripulados (UAV o drones) para controlar los flujos de la inmigración clandestina que se dirigen a territorio transalpino, tras la llegada de cientos de inmigrantes a las costas italianas en los últimos días y el naufragio del pasado 3 de octubre en la isla de Lampedusa, en el que perdieron la vida 364 personas.

A primera hora de este martes, las autoridades italianas informaron de la llegada de tres embarcaciones en las que viajaban 330 inmigrantes, que ya han sido trasladados al centro de acogida de Lampedusa, que sirve de refugio a más de un millar de personas.

'Para nosotros es intolerable que el Mediterráneo sea un mar de muerte', defendió este lunes el primer ministro, Enrico Letta.  Letta se ha reunido con el viceprimer ministro, Angelino Alfano, y con los ministros de Asuntos Exteriores y de Defensa, Emma Bonino y Mario Mauro, y ha acordado los pormenores de la misión Mare Nostrum, destinada a controlar los flujos de inmigración e impedir tragedias como la que sacudió Lampedusa hace menos de dos semanas.

Alfano: 'Cuando se calculan los costes hay que entender que habría que afrontarlos igual en ausencia de esta misión'

Los altos cargos del Gobierno han acordado que la operación militar contará con dos patrulleros, dos fragatas y un buque anfibio de la Marina y varios helicópteros y drones, aparatos especialmente diseñados para la vigilancia y detección de embarcaciones en alta mar.

Al término de la reunión gubernamental, el viceprimer ministro y ministro del Interior, Angelino Alfano, ha explicado cómo se coordinará la lucha contra la inmigración ilegal y el rescate de inmigrantes en embarcaciones naufragadas en el marco de la misión Mare Nostrum, que de momento no han acotado temporalmente. En palabras del ministro de Defensa, 'la duración de la misión de patrullaje del Mediterráneo está ligada las circunstancias y a los fenómenos que originan esta situación', ha afirmado.

El viceprimer ministro explica que la labor del Ejecutivo se estructurará en tres niveles: 'Tenemos tres niveles para afrontar los flujos migratorios. El primero es la cooperación internacional tendente a hacer de todo para que no salgan las embarcaciones de los mercaderes de la muerte. El segundo es el control de la frontera que es europea. El tercero es la acogida y el despliegue del dispositivo nacional', ha indicado.

Alfano ha asegurado que, 'desde hace semanas y meses', el Gobierno italiano está haciendo 'un discurso muy duro y claro con Europa' y ahora ha reforzado el 'nivel de protección de la frontera'. Alfano ha asegurado que la operación militar se sufragará con cargo a los presupuestos de los ministerios.

'Tendrá un efecto disuasorio para los que piensan en hacer tráfico de personas impunemente', asegura el viceprimer ministro.

'Cuando se calculan los costes hace falta entender que son los costes que se encontrarían y habría que afrontar igual en ausencia de esa misión. La suma de las patrullas y las acciones de la Policía judicial y la magistratura tendrá un efecto disuasorio muy significativo para los que piensan en hacer tráfico de personas impunemente. La operación militar tiene un coste inicial estimado en cerca de 1,5 millones de euros al mes. 'Después gastaremos más', ha apostillado el ministro de Defensa.

'En la operación de vigilancia y socorro en el Mediterráneo se utilizarán también drones, los aviones no tripulados, además de helicópteros con instrumentos ópticos e infrarrojos', explicó Mauro.

El titular de Defensa dijo que en la operación Mare Nostrum se utilizará por primera vez la una nave anfibia San Marco -operativa a partir del 18 de octubre- que tiene la capacidad de ejercer el mando y control con helicópteros de largo alcance, capacidad hospitalaria, espacios amplios para el ingreso de los posibles náufragos, además de otras cuatro naves de la Marina (dos patrullas y dos fragatas), y otros vehículos. 

Cuando los cadáveres de los más de 360 fallecidos siguen llegando a Sicilia los supervivientes del naufragio de Lampedusa continúan hacinados en el centro de acogida de la isla italiana. Son 155 mujeres, hombres y niños, en su mayoría eritreos, que deben dormir en el suelo sin colchón, ya que el centro ha cuadruplicado su capacidad máxima en las últimas semanas.

Aunque debería acoger a 250 personas, son más de un millar los inmigrantes que aguardan en este lugar esperando a ser repatriados o acogidos en el país transalpino. 

Quienes no han tenido que esperar son los fallecidos, a cuyos cuerpos se han ofrecido a dar sepultura Eritrea e Italia. Casi dos semanas después de la tragedia, la embarcación en la que viajaban los subsaharianos reposa a cincuenta metros de profundidad, y a pesar de que las autoridades detuvieron a un ciudadano tunecino por su presunta responsabilidad sobre los hechos, todavía no se ha esclarecido quién es el responsable del naufragio.

Los abucheos al líder del Ejecutivo italiano Enrico Letta y al presidente de la Comisión Europea Durao Barroso dejaron claro el descontento de los ciudadanos que se ven obligados a soportar este tipo de tragedias con frecuencia y tienen serias dificultades para prestar ayuda a los inmigrantes -gracias a la ley Bossi-Fini sobre inmigración.

Mientras la CE responsabiliza a los 28 Estados miembros, estos proponen medidas genéricas , pero no determinan una serie de políticas específicas destinadas a frenar el goteo de vidas humanas en el Mediterráneo, frente a las costas de Europa.

Los servicios de guardacostas italianos han socorrido a primera hora de este martes a dos embarcaciones con cerca de 330 inmigrantes a bordo en la zona del canal de Sicilia y los han trasladado hasta la isla de Lampedusa. Las lanchas de la Guardia Costera han trasladado a puerto a unos 250 inmigrantes, principalmente eritreos que viajaban en una embarcación que fue interceptada en la tarde de este lunes frente a Mala por dos buques de la Marina italiana, que han embarcado a los inmigrantes.

Posteriormente, otras 80 personas que viajaban a bordo de una embarcación hinchable con problemas han sido rescatados por la unidad de la Capitanía y llevados igualmente a Lampedusa. Entre ellos, según los medios italianos, hay numerosas mujeres y niños.

Según la agencia ADNKronos, a última hora del lunes se produjeron dos llamadas con teléfonos vía satélite a la sala operativa del mando general de la Capitanía de puerto, que hicieron movilizarse a los servicios de rescate en el canal de Sicilia. En respuesta a estas peticiones de ayuda, se movilizaron una fragata y una patrullera de la Marina Militar y tres lanchas de la Capitanía de Lampedusa.

Por otra parte, otros 80 inmigrantes han sido socorridos en las últimas horas en aguas de Libia por un buque mercantil que a continuación se ha trasladado a Pozzallo, en la provincia de Ragusa, en Sicilia. En esta isla, frente a Mazara del Vallo, en Trapani, los guardacostas han interceptado una pequeña embarcación con seis norteafricanos, según informa el diario 'La Stampa'.

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