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Benedicto XVI promete respeto y obediencia a su sucesor

Benedicto XVI se ha despedido por la mañana del Colegio Cardenalicio prometiendo 'respeto incondicional y obediencia' al nuevo Pontífice

AGENCIAS / PÚBLICO

El último acto de Benedicto XVI en el Vaticano, antes abandonar la Santa Sede a Castelgandolfo donde su renuncia al Pontificado y comience la Sede Vacante. Esta mañana se ha despedido de los cardenales en un breve discurso en la Sala Clementina.  'Entre vosotros está el futuro Papa, al que prometo mi respeto incondicional y obediencia. Continuaré rezando, especialmente en estos días (del cónclave)', ha dicho Benedicto.

'Hemos de dar gracias al Señor que nos ha hecho crecer en la comunión y pedirle que nos ayude a seguir creciendo con esta unidad profunda de modo que el Colegio de Cardenales sea como una orquesta donde las diversidades de la Iglesia Universal confluyan siempre con la armonía superior y acorde', ha recalcado.

El Papa ha pronunciado este discurso, en el que ha remarcado que la Iglesia no es una 'institución inventada por alguien, construida sobre una mesa, sino una realidad viviente, que vive transformándose aunque su naturaleza sigue siendo siempre la misma, ya que su naturaleza es Cristo' y ha apuntado que continuará sirviendo a la Iglesia con la oración.

'Seguiré especialmente estando cerca con la oración, especialmente en los próximos días para que estéis totalmente iluminados por el Espíritu Santo en la elección del nuevo Papa, que el Señor os muestre lo que él desea', ha insistido. Tras su discurso, el Pontífice ha querido despedirse uno por uno de todos los cardenales presentes. En nombre de ellos, el decano del Colegio Cardenalicio, Angelo Sodano, le expresó 'gratitud' por sus ocho años de pontificado y el ejemplo' que les ha dado en este tiempo.

Tras el almuerzo, Benedicto XVI abandonará el Palacio Pontificio del Vaticano a las 16.55 horas. Será despedido en el Patio de San Dámaso por un piquete de la Guardia Suiza y en un automóvil, acompañado del Secretario de Estado, el cardenal Bertone, se trasladará al helipuerto del pequeño estado, levantado en un lateral de los Jardines Vaticanos, de donde en un helicóptero viajará hasta Castel Gandolfo, a una treintena de kilómetros al sur de Roma.

En el momento en el que el helicóptero emprenda el vuelo sonarán todas las campanas de las iglesias de Roma, la diócesis de Benedicto XVI y lo mismo harán las campanas de Castel Gandolfo cuando aterrice el aparato. En el helipuerto de la Villa Pontificia será recibido por las autoridades civiles y religiosas locales y alrededor de las cinco y media de la tarde se asomará al balcón principal de la residencia papal para saludar a los fieles reunidos en la plaza.

Ese será el último acto público del papa y la única señal visible que anunciará que Benedicto XVI ya no es papa se verá a las ocho de la tarde, cuando la Guardia Suiza en la puerta del palacio de Castel Gandolfo concluya su servicio y abandone el lugar. A partir de ese momento, la seguridad de Ratzinger estará garantizada por la Gendarmería Vaticana. El Vaticano cerrará la cuenta de Twitter @Pontifex, al menos hasta que se elija al nuevo Pontífice.

Inmediatamente comenzará la Sede Vacante, el interregno que va desde que fallece o renuncia un papa y se elige el sucesor. Una vez convocado el 'Cónclave' o reunión del Colegio Cardenalicio de la Iglesia Católica Romana, un total de 115 cardenales elegirán a un nuevo Pontífice. No hay ceremonia especial, como firmas, ya que como establece el Código de Derecho Canónico lo único que hace falta es que el papa renuncie en plenas facultades mentales y lo haga presente ante los cardenales, lo que ya hizo el pasado 11 de febrero.

A las ocho de la tarde de Roma, hora elegida por el papa por considerar que es cuando concluye el trabajo diario concluirá un pontificado que comenzó el 19 de abril de 2005, cuando fue elegido sucesor de Juan Pablo II en el primer cónclave de este tercer milenio. Benedicto XVI permanecerá en Castel Gandolfo hasta que estén acabadas las obras de restauración del convento de monjas de clausura existente dentro del Vaticano, donde vivirá.

Ratzinger se lleva a Castel Gandolfo documentos y apuntes privados, mientras que los del pontificado y los de la época en que fue prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe quedarán en el Vaticano para ser archivados. Benedicto XVI seguirá llamándose Su Santidad y tendrá el título de 'papa emérito' o 'Romano Pontífice emérito', vestirá sotana blanca, sin esclavina, y calzará zapatos marrones.

'No abandono la Cruz, sino que me mantengo de un modo nuevo en el Señor Crucificado, en el servicio de la oración permanezco', dijo Benedicto XVI este miércoles, en la última audiencia de su Pontificado, ante más de 150.000 fieles congregados en la Plaza de San Pedro. También en su último Ángelus, subrayó que no abandonaba la Iglesia y que continuaría sirviéndola 'con el mismo amor', añadiendo que el Señor le había llamado a dedicarse 'aún más a la oración y a la meditación' pero de un modo más adecuado a su edad y a sus fuerzas.

El pasado 11 de febrero, Benedicto XVI comunicó su decisión en latín ante el consistorio para la canonización de los mártires de Otranto. 'Después de haber examinado ante Dios reiteradamente mi conciencia, he llegado a la certeza de que mis fuerzas, debido a mi avanzada edad, no se adecuan por más tiempo al ejercicio de mi Ministerio. Con total libertad declaro que renuncio al ministerio de Obispo de Roma y Sucesor de Pedro, que me fue confiado por medio de los Cardenales el 19 de abril de 2005', anunció en ese encuentro.

El anuncio de la renuncia se ha producido después de un año marcado por el denominado caso 'Vatileaks', el escándalo de la filtración de documentos reservados, que ha concluido con la concesión de la gracia por parte de Benedicto XVI a su exmayordomo, Paolo Gabriele; en medio del Año de la Fe y ante un 2013 que girará en torno a la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) de Río de Janeiro (Brasil).

Aunque realizó 24 viajes al extranjero --entre ellos viajo tres veces a España--, Benedicto XVI será recordado por su aportación intelectual, en especial, por sus tres encíclicas, y en especial por la publicada en 2009 bajo el título 'Caritas in Veritate'. A lo largo de su vida, también ha escrito numerosos libros aunque dos de sus obras más recordadas serán la trilogía sobre Jesús de Nazaret.

Líderes políticos y religiosos de todo el mundo destacaron la figura del Pontífice tras conocer la noticia, calificada de 'sorprendente' por los obispos españoles, que afirmaron sentirse 'afectados' y 'como huérfanos', al mismo tiempo que mostraban su respeto por su voluntad y agradecían su 'impagable' servicio.

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