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Berlusconi asegura que no se presentará a las próximas elecciones

El primer ministro italiano niega que quiera ser presidente de la República y pone el futuro en manos de su delfín Angelino Alfano

DANIEL DEL PINO

Silvio Berlusconi asegura que no se presentará como candidato a las elecciones de 2013 y abre las puertas a su delfín, Angelino Alfano, para comandar un nuevo partido de centroderecha. No es ni mucho menos la primera vez que el primer ministro italiano afirma que quiere dejarlo. Ya el pasado mes de abril, antes de la sonora derrota en las elecciones municipales de mayo y el referéndum de junio, avisó de que estaba llegando su hora.

Pero con los cuatro procesos judiciales que tiene abiertos, para que Il Cavaliere deje la política tendrían que pasar una cosa: aguantar como sea durante estos dos años que quedan de legislatura y crearse un escudo que anule todos los juicios antes de 2013. En esas está porque sabe que si no lo hace su inmunidad parlamentaria se acabará en el momento que ponga un pie en la calle. La última opción, que también podría ser la primera aunque lo niegue, es optar a la presidencia de la República si Alfano ganara las elecciones.

Ayer, minutos después de presentar el libro 'El rey de los peones', de Domenico Scilipoti, famoso por haberse convertido en uno de los tres tránsfugas que con un golpe de efecto más que sospechoso le salvaron el pellejo en la moción de censura del pasado 14 de diciembre, Il Cavaliere saca fuerzas para charlar con el diario La Repubblica, archienemigo por naturaleza del primer ministro.

'¿Cuándo dejaréis de atacarme? Probad a ser un poco más equilibrados si es que podéis', le espeta el premier al periodista, que le responde que no es cosa de su periódico (ni del resto) que hayan surgido divisiones en todo el centroderecha.

Se refiere a los constantes avisos y chantajes políticos de la Liga Norte para continuar sosteniendo su Gobierno. Y también a las voces críticas que han surgido dentro de su propio partido, el Pueblo de la libertad, sobre su liderazgo, su manía persecutoria contra los fiscales, la inexistencia de democracia dentro de la formación y, más que nada, las derrotas electorales.

Pero Berlusconi frena en seco y asegura que su relación con Umberto Bossi, líder de la Liga, es más fuerte que nunca. Además, dice que él ya tiene sustituto y no se piensa presentar a las próximas elecciones como candidato a la presidencia del Consejo de Ministros:'El candidato será Alfano. Yo, si pudiera lo dejaría ahora [...] No dimito pero no es por falta de ganas. En cualquier caso, en las próximas elecciones, yo no seré candidato'.

No tiene dudas de que sus hoy aliados aceptarían una nueva coalición con el aún ministro de Justicia y recién ascendido a secretario nacional del partido como líder: 'Participaré en la campaña electoral y ayudaré a Alfano. Haré de padre noble. Intentaré construir el Partido Popular Europeo en Italia. Pero a mis 77 años yo ya no puedo primer ministro'.

Y aquí llega la pregunta: ¿intentará entonces optar a la presidencia de la República? 'Eso no es para mí. Al Quirinale irá Gianni Letta [hoy subsecretario de la presidencia] Es bueno y tiene también buena relación con el centroizquierda'.

El nombramiento a dedo de Alfano, llegado el momento de la salida de Berlusconi, abrirá sin duda un periodo de luchas internas dentro de su formación. Y el primero en la fila estará el ministro de Economía, Giulio Tremonti, cuya relación con Il Cavaliere se reduce a cero.

Un Tremonti que anteayer, durante la rueda de prensa de presentación de la maniobra de ajustes económicos para el periodo 2012-2014, fue grabado llamando 'cretino ' y 'loco' a un compañero de gabinete, el ministro de la Administracion Pública. 'Él [Tremonti] piensa que es un genio y los demas somos unos cretinos. Le soporto porque lo conozco de hace mucho tiempo y hay que aceptarlo así. Pero es el único que no sabe jugar en equipo'.

Berlusconi tiene tiempo para contestar sobre la norma introducida en ese plan de ajustes que le habría salvado de pagar una compensación económica de 750 millones de euros a la empresa Cir, de Carlo de Benedetti, por la compra irregular de la editorial Mondadori y que ante la presión mediática tuvo que retirar a última hora: 'La idearon Tremonti y Alfano, yo ni lo quería', dice. Pero inmediatamente después la define como una norma 'sacrosanta' y no descarta 'volver a presentarla en el Parlamento'.

Para cuando lo haga, es posible que ya no le sirva porque se espera que mañana el Tribunal de Apelación dicte sentencia. Fininvest fue condenada en primera instancia a pagar esa cifra y, si no ocurre nada extraño, mañana los jueces no harán más que refrendarla. 

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