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Cae el último bastión del Estado Islámico en el área de Damasco

El ejército sirio completa una nueva victoria militar en el área de Damasco después de lograr la rendición de los yihadistas del Estado Islámico y de otras organizaciones rebeldes. Tras esta victoria, la capital del país prácticamente queda libre de rebeldes de todo tipo, lo que representa un gran logro para el gobierno de Bashar al Asad.

Un vehículo militar dañado en la ciudad de Duma, Damasco. - REUTERS

EUGENIO GARCÍA GASCÓN

El último bastión del Estado Islámico y de otras organizaciones rebeldes en el área de Damasco estaba en el campo de refugiados palestinos de Yarmuk, al sur de la capital, donde los yihadistas se habían hecho fuertes después de que la mayor parte de su población original abandonara el lugar ante el empuje de los rebeldes hace tres años.

El campo de Yarmuk y otras zonas aledañas se encontraban desde el martes en el punto de mira del ejército sirio. Una vez acabó con la resistencia del Ejército del Islam en Duma, en Guta Oriental, el gobierno de Damasco se concentró en el sur de la capital, la última bolsa enemiga que hay en la zona metropolitana.

Un acuerdo anunciado en la tarde del viernes indica que los yihadistas del Estado Islámico y otros combatientes rebeldes dejarán sus posiciones en las próximas horas. A pesar del acuerdo de principios con los rebeldes, el ejército siguió bombardeando posiciones enemigas mientras se negociaban los flecos del acuerdo.

Los yihadistas del Estado Islámico se marcharán al este de Siria, donde el Estado Islámico todavía controla una superficie significativa de territorios, mientras que los demás combatientes se marcharán hacia el norte del país, donde existen varias bolsas en poder de los rebeldes, incluida la provincia de Idlib.

La aviación siria bombardeó desde el miércoles posiciones de las organizaciones yihadistas también en Al Hayar al Aswad, que se encuentra igualmente al sur de Damasco, cerca del campo de Yarmuk. La aviación y la artillería siria buscaban la rendición de los distintos grupos armados que se asientan en la zona.

Los bombardeos de Estados Unidos, Francia y el Reino Unido del pasado sábado contra plantas químicas sirias no han detenido el empuje del ejército de Damasco, que sigue avanzando según un plan establecido con el apoyo de Rusia y de las milicias chiíes aliadas.

Una de las cuestiones que más difícil de resolver resultó fue la salida de los yihadistas de Yarmuk. Desde el primer momento se entró en contacto con los yihadistas del grupo que hay al este de Homs pero no se llegó a un acuerdo porque los yihadistas de Yarmuk querían llevarse a sus familias con ellos, y los yihadistas de Homs decían que solo aceptaban a los combatientes y no a los civiles, debido a la escasez de recursos en esa zona.

En el pueblo de Damir, en el área de Damasco, también ha habido acontecimientos en las últimas horas. Los yihadistas del Ejército del Islam abandonaron el pueblo dejando tras de sí un gran arsenal de armas, incluidos misiles estadounidenses, que lógicamente la agencia de noticias SANA se encargó de difundir este viernes con fotografías.

El Ejército del Islam es una organización radical que está sostenida por Arabia Saudí y otros países del golfo Pérsico y que recientemente fue desalojada de Duma, en Guta Oriental, el oasis de Damasco. Con la presentación de sus armas estadounidenses por parte de la agencia SANA, se cierra el círculo acerca del origen de las armas de estos combatientes.

Los bombardeos del ejército contra las posiciones rebeldes en el sur de Damasco se fueron incrementando con el paso de las horas. En la mañana del viernes aparecieron banderas blancas que indicaban la rendición del Estado Islámico. No obstante, dentro de la organización había sectores que rechazaban la rendición y continuaban disparando, lo que sirvió de argumento al ejército para seguir bombardeando.

La conquista de esta nueva bolsa refuerza la posición del presidente Bashar al Asad, quien el jueves devolvió la Legión de Honor francesa que París le quería quitar, aduciendo que la intervención de la aviación francesa el 14 de abril le obligaba a remitir la condecoración a las autoridades de París. De esta manera se adelantó a la decisión del presidente Emmanuel Macron.

A partir de ahora, el gobierno de Damasco tiene delante varias opciones. Por una parte parece claro que el empuje del ejército y sus aliados extranjeros va a continuar, si bien no está claro en qué dirección lo hará.

En el centro de Siria todavía quedan bolsas en poder de los rebeldes. Esta es una dirección que puede tomar el ejército, mientras que en el sur del país, en la frontera con Jordania y con el Golán ocupado por Israel, también existen bolsas importantes de rebeldes, incluidos un buen número de yihadistas pertenecientes al Estado Islámico y al anterior Frente al Nusra (Al Qaeda).

En el campo de Yarmuk quedan apenas unos millares de los antiguos residentes palestinos, y lo mismo ocurre en las zonas adyacentes al campo. Los palestinos de Siria, en su mayor parte refugiados de la guerra del establecimiento de Israel en 1948, es decir hace 70 años, se han alineado en su inmensa mayoría con el gobierno y en contra del Estado Islámico.

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