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Cameron acaba con 13 años de laborismo

Los sondeos de las televisiones dan a su partido 305 escaños y 255 a los laboristas. Los 'tories' creen que tendrán más diputados y que podrán gobernar con los unionistas del Ulster

IÑIGO SÁENZ DE UGARTE

David Cameron será casi con toda seguridad el próximo primer ministro del Reino Unido. Su partido no consiguió la mayoría absoluta, según el sondeo dado a conocer por todas las televisiones en el momento en que se cerraron los colegios electorales, pero sí los escaños suficientes para gobernar en minoría.

El sondeo dio a los conservadores 305 escaños, 255 a los laboristas, 61 a los liberales demócratas y 29 a otros partidos. La mayoría absoluta de la Cámara de los Comunes son 326 escaños, aunque como los diputados del Sinn Féin nunca comparecen, habría que dejarla en 323 o 324.

El pronóstico da un resultado sorprendentemente bajo a los liberales

No había aún cifras de escrutinio al cierre de esta edición. Los datos del sondeo fueron recibidos por los comentaristas con un gran escepticismo. Hasta el presentador de la BBC advirtió que era difícil de creer el bajo resultado adjudicado a los liberales tres escaños menos que en las elecciones de 2005, a pesar de que su líder, Nick Clegg, ha sido el gran animador de la campaña. Según el sondeo, los tories ganarán 95 escaños con respecto a 2005 y los laboristas perderán 94.

Los conservadores hicieron saber muy pronto que sus datos indican que tendrán más escaños y que por tanto se colocarán muy cerca de la mayoría absoluta, tanto que podrían gobernar con el apoyo de los unionistas del Ulster.

Hay que recordar que casi un 20% de los votos se enviaron por correo y lógicamente no pueden ser detectados por las empresas de encuestas en el día de las votaciones.

Una veintena de distritos no hará el escrutinio hasta la mañana de hoy

La primera reacción de los dirigentes laboristas pareció ser de gran alivio. En vez de reparar en su rotunda derrota, prefirieron destacar lo que les une al partido de Clegg. El ministro Peter Mandelson dijo que el sistema electoral 'está cerca de su fin' y que la reforma es imprescindible. Otro laborista, Alan Johnson, llegó a decir que la victoria tory era 'un gran fracaso' por no tener mayoría absoluta y se mostró encantado con la posibilidad de negociar con los liberales.

Sin embargo, si los datos del sondeo se confirman y Clegg no mejora claramente los resultados de 2005, resulta improbable que esté dispuesto a negociar con los laboristas para impedir que Cameron llegue a Downing Street.

El resultado definitivo no se conocerá hasta este viernes. 23 de las 650 circunscripciones decidieron no iniciar el recuento hasta la mañana del viernes para ahorrarse el pago de horas extras a los funcionarios.

En Reino Unido, el escrutinio es responsabilidad de los ayuntamientos, y su ya crónica falta de fondos hizo que fueran muchos los que pretendían no llevarlo a cabo hasta el día siguiente. La presión del Gobierno hizo que casi todos cambiaran de opinión.

Como es habitual, los líderes votaron en sus circunscripciones lejos de Londres. Todos los medios de comunicación destacaron que la mujer de Nick Clegg, la española Miriam González Durántez, no podía votar a su marido por no tener la nacionalidad británica. Pero si quería hacerlo, sí podía votar a los liberales demócratas en las elecciones locales que se celebran al mismo tiempo.

David Cameron envió un e-mail por la tarde a sus seguidores. 'Sólo votando a los conservadores, Gran Bretaña tendrá un nuevo Gobierno mañana que pueda arremangarse y empezar a limpiar todo este desastre'.

Es costumbre que el vencedor acuda a visitar a la reina Isabel II al día siguiente a primera hora de la mañana para recibir el encargo de formar Gobierno. Pero ante la perspectiva de un resultado sin mayoría absoluta, el Palacio de Buckingham no convocará al ganador como mínimo hasta la una de la tarde, según el Daily Telegraph.

El tiempo acompañó en la mayor parte del país para aumentar la presencia en las urnas. Los indicios cumplían las expectativas de una alta participación que los cálculos más optimistas extendían hasta el 70%.

No era eso lo que se pensaba hace unos meses cuando el escándalo de los gastos de los parlamentarios colocó el prestigio de los políticos en su punto más bajo. Por entonces, se decía que con suerte se llegaría al nivel de 2005: 61,4%.

Sin embargo, los pronósticos se tornaron más optimistas a causa de varios factores: la incertidumbre del resultado, la oportunidad para los conservadores de volver al poder y la irrupción de Nick Clegg en la campaña.

Una consecuencia de los escándalos ha sido la renovación de la Cámara de los Comunes. Hasta 151 parlamentarios decidieron no presentarse a la reelección. Será también una Cámara con más mujeres. En el Parlamento saliente, sólo había un 19,7% de diputadas (128 de 647, la mayoría laboristas).

Se espera que el porcentaje crezca pero sin llegar al 30%. Los conservadores esperan pasar de 21 a 50 o 60 diputadas y los liberales demócratas, de 9 a 15.

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