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Cameron declara la guerra a las bandas y no descarta usar el Ejército

El primer ministro británico achaca exclusivamente las revueltas a la delincuencia juvenil, que 'desconoce la diferencia entre el bien y el mal'

DAVID BOLLERO

El primer ministro británico, David Cameron, reunió ayer a la Cámara de los Comunes en una sesión extraordinaria para lanzar una auténtica declaración de guerra en la que no descartó el empleo del Ejército ni limitaciones a la libertad de expresión y la protección de datos contra las bandas callejeras y la delincuencia juvenil, a las que responsabilizó en exclusiva de las revueltas que han devastado las barriadas marginales de las grandes ciudades inglesas.

El premier insistió en que 'toda la responsabilidad de los crímenes recae sobre el criminal' y volvió a dibujar una sociedad británica con serios problemas, con jóvenes de familias desestructuradas que 'caen en manos de las bandas' y 'crecen sin saber la diferencia entre el bien y el mal'

'Os vamos a perseguir, encontrar y condenar', les amenaza el 'premier'

El líder conservador anunció que la presencia policial masiva se prolongará durante el fin de semana, haciendo hincapié en que continúa sin descartar la intervención de los militares para 'restar presión a la Policía', pero sólo 'como plan de contingencia' en caso de que la propia Scotland Yard así lo solicite. El mensaje de Cameron para 'esta minoría criminal' fue contundente: 'Os vamos a perseguir, a encontrar y a condenar'.

Así, los tribunales se encuentran a pleno rendimiento, con jornadas nocturnas para hacer frente a los 1.200 detenidos, 400 de ellos procesados. Cifra que sin duda se incrementará tras el arresto de tres jóvenes acusados del incendio que asoló los almacenes de Sony en Enfield el pasado lunes y las redadas que Scotland Yard lleva a cabo en diversos puntos de Londres, donde se han emitido más de 100 órdenes de registro.

Medidas complementadas con la publicación en redes sociales de fotografías captadas por cámaras de vídeovigilancia de los rostros de participantes en las revueltas, a pesar de la violación de derechos humanos que puede implicar.

'Es hora de romper el manual sobre desorden público y volver a escribirlo'

El líder de la oposición, Ed Miliband, quien horas antes había pedido a los laboristas que no utilizaran las revueltas de manera partidista, abrió la puerta al debate sobre los recortes sociales como causa de las revueltas. 'Entender el trasfondo de lo que mueve a las bandas no justifica ni disculpa sus actos, pero tenemos que preguntarnos por qué piensan que no tienen nada que perder y sí mucho que ganar con los saqueos'. Puerta que Cameron se encargó de cerrar en su réplica, aplazando el debate sobre 'las causas complejas' y matizando que 'cuando hay fallos morales no los podemos resolver con dinero'. El Gobierno analizará la experiencia de ciudades como Nueva York para aprender de su lucha contra las bandas.

Cualquier otra consideración sobre recortes presupuestarios se centró únicamente en los que afectan a la Policía y no en el resto de las partidas sociales. El líder tory que obvió responder acerca de la retirada forzosa de más de 2.000 agentes con experiencia, para 2015, en Inglaterra y Gales, según informes del Partido Laborista fue tajante al afirmar que 'los recortes del 6% en los presupuestos de la Policía para los próximos cuatro años no afectarán a la presencia de agentes en las calles'. Asimismo, sentenció que 'cada organización [local, central o policial] ha de asumir que en un momento como el actual debemos estar sujetos a reducciones de presupuestos'.

Miliband se plantea si los disturbios fueron causados por los recortes sociales

El primer ministro se disculpó por la lentitud y pasividad policial en el arranque de las revueltas, criticada por algunos parlamentarios, apuntando que 'la Policía nunca se había enfrentado a un desafío de esta magnitud', por lo que 'es hora de romper el manual sobre desorden público y volver a escribirlo'. En todo caso, Cameron transmitió su apoyo incondicional al cuerpo y abogó por 'confiar en su criterio'. Pese a ello, ya está en marcha una comisión de investigación para evaluar las actuaciones y Miliband remarcó que 'hay que priorizar la visibilidad de la Policía en las calles', para 'pasar de cierto nivel de orden a la completa normalidad'.

Precisamente para contribuir a ello, el premier anunció un 'plan de 20 millones de libras para ayudar a restablecer la actividad de los negocios'. Una medida que se verá reforzada con un plan de apoyo a los ayuntamientos de 10 millones de libras y otro fondo adicional 'para quienes se hayan quedado sin hogar', más de un centenar de personas. Además, se amplía el plazo de reclamación de indemnizaciones, que contempla la Ley de Disturbios 1886, de 14 a 42 días: tanto aseguradoras como dueños de viviendas pueden reclamar a la Policía parte de las ayudas por los daños.

Cameron garantizó que el Ministerio de Economía asegurará el respaldo financiero necesario para cubrir las reclamaciones legítimas. Costes adicionales como los derivados de la interrupción del negocio son competencia exclusiva de los seguros suscritos y, así, la Asociación Británica de Aseguradoras ha incrementado su estimación de costes por los daños hasta los 200 millones de libras.

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