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Cameron se ve atrapado en la pelea de BP en EEUU

La derecha británica le reclama que defienda a la empresa de los ataques de Obama

IÑIGO SÁENZ DE UGARTE

Washington y Londres no suelen estar en trincheras diferentes y los británicos alardean de la “relación especial” entre los dos países. El vertido del Golfo de México ha terminado por arrojar una sombra sobre esa alianza y a David Cameron le toca ahora intentar que la pasión nacionalista no vaya demasiado lejos.

La prensa sensacionalista y los columnistas conservadores le exigen que dé la cara por BP. Hasta un compañero de partido, como el alcalde de Londres, Boris Johnson, dice que en EEUU se ha extendido “una retórica antibritánica” a la que hay que hacer frente.

Después de varios días en los que el primer ministro sólo hablaba del tema si era imprescindible, ayer se decidió a defender la posición de la empresa: “Sé por mis conversaciones con BP que están haciendo todo lo posible para detener el vertido, participar en la limpieza (de la costa) y también asumir el pago de compensaciones a los dueños de hoteles, los pescadores y otros perjudicados”, dijo a la BBC.

Cameron sólo pretende que la compañía pueda afrontar “un cierto nivel de certidumbre” en relación a las indemnizaciones que deberá pagar. De otra manera, no podrá detener la caída libre que sufre el valor de sus acciones en bolsa.

Las primeras declaraciones del líder conservador dejaban patente que pretende marcar distancias con BP. No ha recibido en Downing Street a su consejero delegado, Tony Hayward, y ha dejado que asesores de menor nivel se ocupen de estar en contacto con la empresa.

La semana pasada, dijo en su viaje a Afganistán que comprendía “la frustración del Gobierno de EEUU al tratarse de una catástrofe para el medio ambiente”.

En esos días, los tabloides conservadores le reprochaban su supuesta indiferencia. “Defienda a su país, señor Cameron”, decía a toda plana en su portada el Daily Mail . “Obama está matando nuestras pensiones”, se quejaba el Daily Express.

Casi todos los fondos de pensiones del Reino Unido cuentan con acciones de BP. Se calcula que una de cada seis libras que reciben esos fondos por dividendos procede de la petrolera.

La noticia de que el Gobierno norteamericano podría acudir a los tribunales para impedir que BP pague dividendos a sus accionistas este año, en vez de guardar el dinero para futuras indemnizaciones, ha provocado pavor en la City londinense.

BP tendrá que tomar una decisión antes del 27 de julio cuando haga públicos sus resultados del último trimestre.

Los columnistas no cesan de recopilar incidentes “antibritánicos” protagonizados por EEUU casi desde la independencia del país. De momento, Cameron mantiene la calma: “Esto no puede convertirse en una crisis entre EEUU y el Reino Unido. Obama no lo quiere y yo tampoco”, dijo ayer.

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