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Los cardenales aceleran el proceso para elegir al nuevo Papa

La primera reunión de los purpurados preparatoria del cónclave se celebrará el lunes

AGENCIAS

La primera congregación de cardenales preparatoria del cónclave que elegirá al sucesor de Benedicto XVI se celebrará el próximo lunes 4 de marzo, a las 9.30 horas local (08.30 GMT), ha informado el Vaticano. La reunión se celebrará en el Aula Nueva del Sínodo, que se encuentra en el complejo del Aula Pablo VI.

Este mismo viernes, el cardenal decano, Angelo Sodano, comenzará a llamar a los purpurados de todo el mundo para que vengan a Roma para preparar el cónclave. En la capital italiana ya se encuentran 144 purpurados de los 207 que conforman el Colegio Cardenalicio. A partir de la reunión del lunes -en la que comenzarán a debatir los problemas de la Iglesia y soluciones y cada cardenal a perfilar cual puede ser su candidato a papa- ya se podrá anunciar la fecha del cónclave.

Ratzinger ha pasado su primera noche en el Palacio de Castel Gandolfo, cuyas puertas se cerraron este jueves a las 20,01 horas, momento en que la Guardia Suiza se retiró, dando por finalizado el Pontificado tras 2.872 días, dos horas y 10 minutos. En ese momento comenzó el periodo de Sede Vacante, es decir, el tiempo que media entre la muerte del Papa, o en este caso, desde que se hace efectiva la renuncia, hasta la elección de su sucesor por el Colegio Cardenalicio.

El cónclave suele comenzar entre 15 y 20 días después de la muerte o renuncia del Pontífice, pero según el Motu Proprio publicado por Benedicto XVI antes de su renuncia, podrá adelantarse si así lo estima oportuno el Colegio Cardenalicio. Los cardenales se alojarán en la Domus Sanctae Marthae que permanecerá cerrada al igual que la Capilla Sixtina. Durante este tiempo, los electores no podrán mantener correspondencia epistolar, telefónica o por otros medios como las redes sociales.

El derecho a elegir al Romano Pontífice corresponde únicamente a los cardenales electores, es decir, aquellos que antes del día en que la Sede quede vacante no hayan cumplido los 80 años. Además, el número de cardenales no podrá superar en ningún caso los 120. Concretamente, en el cónclave de 2013 habrá 115 cardenales, de los cuales más de la mitad han sido nombrados por el Papa emérito Benedicto XVI.

La forma de elección se realizará únicamente por escrutinio y se necesitarán dos tercios de los votos. Si eso no ocurre en la tarde del primer día, es decir, en la primera votación, se continuará en la segunda jornada con cuatro escrutinios más, dos por la mañana y dos por la tarde. Si ningún cardenal consigue los dos tercios en las votaciones matutinas, habrá una fumata negra y lo mismo ocurrirá por la tarde. Así, hasta tres días consecutivos. Si en el tercero tampoco sale elegido el nuevo Papa, el proceso de elección se suspende por un día para realizar una pausa.

Si tras cuatro series de escrutinios no se obtuviera resultado positivo, entonces, según el Motu Proprio publicado por Benedicto XVI tendrá que procederse a la votación no por mayoría sino que de nuevo se deberán alcanzar 'al menos' dos tercios. Finalmente, cuando sea elegido el nuevo Papa, el cardenal decano le pedirá su consentimiento y le preguntará cómo quiere ser llamado y el Maestro de Celebraciones Litúrgicas Pontificias levantará acta. Es cuando los fieles presentes en la Plaza de San Pedro podrán ver la fumata blanca.

Hasta ese momento serán el camarlengo, el cardenal y también secretario de Estado Tarcisio Bertone, y el Colegio de Cardenales los que se encarguen del gobierno del Vaticano. El camarlengo es el que se encarga de la administración de los bienes y de los derechos temporales de la Santa Sede, ayudado por tres purpurados asistentes. También es quien se ocupa de confirmar -una vez informado por el Prefecto de la Casa Pontificia- de la muerte del Papa, de firmar el acta del deceso, de sellar el apartamento del pontífice difunto, de tomar posesión del Palacio Apostólico Vaticano y de los palacios Lateranense y de Castel Gandolfo.

En esta ocasión, el Pontífice sigue vivo y lo primero que ha hecho Bertone ha sido sellar el apartamento del pontífice y tomar posesión del Palacio Apostólico Vaticano. La Constitución Apostólica 'Universi Dominici Gregis' contempla que, mientras esté vacante la Sede Apostólica, el colegio de cardenales no tiene ninguna potestad o jurisdicción sobre las cuestiones que corresponden al Papa. También contempla que las leyes existentes no pueden ser corregidas o modificadas y que a los cardenales lo que les corresponde es tomar decisiones urgentes como establecer el día, la hora y el modo en que el cadáver será trasladado a la basílica de San Pedro y preparar las exequias, en caso de que el Papa hubiese fallecido.

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