La nueva primera dama de Francia, Carla Bruni-Sarkozy, sigue suscitando polémica en el Hexágono.

La ex modelo y cantante se vio hoy forzada a reconocer su error por haber comparado las páginas web con la prensa que colaboró con los nazis durante la Segunda Guerra Mundial.

En las páginas de la revista L' Express, medio que publicó ayer su primera entrevista tras su matrimonio con el presidente francés, la artista italiana había afirmado que 'si ese tipo de sitios hubiese existido durante la guerra, ¿qué habría pasado con las delaciones de judíos?'.

La mujer de Sarkozy aludía así a una información publicada días antes en la web de Le Nouvel Observateur, en la que esta publicación revelaba que el presidente francés había enviado un sms a su ex mujer Cecilia Ciganer, tan sólo ocho días antes de contraer matrimonio con Bruni.

Según el semanario, el mensaje decía 'Si vuelves, anulo todo'. Esta información fue desmentida por Sarkozy, que ha denunciado a la publicación.

Respuesta contundente 

Su director de redacción, Michel Labro, no perdió tiempo en responder con contundencia a las acusaciones de Bruni. Anoche, en la web de Le Nouvel Observateur, tildó su interpretación de 'alucinante, bastante increíble y patética' y 'en una palabra, del todo imbécil'.

Tras estas poco halagadoras palabras. Bruni ha querido rebajar el tono. En su declaración de hoy, con la que ha tratado de zanjar esta incipiente polémica, la primera dama francesa ha asegurado estar 'extremamente desolada' si 'ha herido a alguien con sus comentarios' y ha reconocido que se había equivocado al comparar 'los métodos empleados en los sitios internet con los de la prensa colaboracionista'.

Este tono conciliador difiere del utilizado por Bruni en algunas de la respuestas de la entrevista con L´Express. En ella, la recién casada decía que la política 'suscita pulsiones primitivas' y pintaba un retrato halagüeño de su cónyuge, a quien definía como un hombre 'tolerante, que reconoce sus errores, incorruptible y poco convencional'. Dio también detalles de su vida privada, como que seguirán viviendo 'a la vez' en las casas de ambos.