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La ‘Casa de la Paz’, la primera colonia de reocupación israelí de Hebrón en casi 30 años

EUGENIO GARCÍA GASCÓN

Junto a la entrada de la casa, a mano izquierda, hay un espacio estrecho y alargado protegido con muros bastante elevados. En su interior una docena de jóvenes soldados están sentados, conversan en voz alta y se gastan bromas. Han dejado las armas a un lado y confían en que su seguridad no se verá amenazada. La entrada a la Casa de la paz, como la llaman los colonos judíos, es imponente, y pegado a la puerta del primer apartamento de la derecha hay un cartel, o mejor una hoja blanca de folio, en la que se ha escrito en hebreo 'Familia Levinger'. Shlomo Levinger va de un lado a otro dirigiendo a un grupo de albañiles que se afanan en poner las tomas de luz y en instalar cables de electricidad o arreglar cualquier cosa. En varias habitaciones se han colocado colchones de goma-espuma en el suelo. En la casa viven desde hace una semana Shlomo, su esposa y sus siete hijos.

Shlomo no perdió ni cinco minutos cuando el ministro de Defensa y el Tribunal Supremo de Israel dictaminaron que la adquisición de la casa por parte de los colonos era 'legal'. Su familia y otras dos familias se desplazaron inmediatamente desde la vecina colonia de Kiryat Arba, que está a solo 150 metros, y ocuparon tres apartamentos. En total hay una veintena de apartamentos que se están arreglando a toda prisa para que pronto se instalen una veintena de familias.

Shlomo nació en un hospital de Jerusalén hace 40 años. Su padre, el rabino Moshe Levinger, es un personaje mítico del movimiento colonial, quien puso en marcha la presencia de los israelíes en Hebrón poco después de la guerra de 1967, cuando se inició la ocupación de Cisjordania. Moshe, de 79 años, sigue residiendo en el centro de Hebrón y aunque hace algunos años sufrió un derrame cerebral que le dificulta el movimiento, la semana pasada se acercó a la Casa de la paz para bendecirla.

La intención de los colonos es lograr habitar otras casas e incrementar la población judía en el centro de HebrónLos padres de Shlomo viven en Beit Hadasa, un hermoso edificio del centro de la ciudad que estuvo habitado por judíos hasta la revuelta de 1929, cuando tuvo lugar una matanza de judíos durante las protestas por la colonización de Palestina. En aquel año los británicos prohibieron a los colonos seguir residiendo en Hebrón al considerar que se exponían a un gran peligro.

Todo esto cambió en 1967 y hoy viven unos 850 judíos en el centro de Hebrón. 'No somos más porque no hay más espacio, pero esperamos que pronto podamos adquirir otras casas y que se incremente la población judía', dice David Wilder, un dirigente de 61 años que se pasea por Beit Hadasa con una pistola al cinto.

La de Hebrón es una comunidad pequeña pero vibrante, con 300 niños y 350 estudiantes oriundos de todo Israel que aprenden en su yeshiva o escuela rabínica. La ideología extremadamente religiosa y nacionalista de la yeshiva proviene del movimiento Gush Emunim (Bloque de Creyentes), al que pertenecen la mayoría de los colonos de Hebrón, y atrae a jóvenes de todo el país.

Shlomo Levinger estudió Historia y ahora es maestro en la escuela de Kiryat Arba, donde viven cerca de 8.000 colonos. También estudió en una yeshiva. Cuando se le pregunta si tiene miedo a sufrir un atentado contesta rápidamente: 'El terrorismo musulmán está en todo el mundo, en Rusia, en Siria, en todas partes. Por supuesto que no tenemos miedo; Hebrón no es más peligroso que cualquier otro sitio'.

La Casa de la paz la construyó la familia palestina Rayabi en los años noventa. De hecho, los Rayabi no llegaron a terminarla, simplemente acabaron su estructura, los muros, y la abandonaron como consecuencia de la segunda intifada, a partir del año 2000, al considerar que era un lugar peligroso debido a las continuas incursiones del ejército.

El Supremo dictaminó que la ocupación de la casa por parte de los colonos fue legal  Un día de 2007, cuando la segunda intifada ya había terminado, un grupo de colonos irrumpieron en la casa diciendo que la habían comprado a la familia Rayabi. Los Rayabi presentaron una denuncia y exigieron al Estado que evacuara el edificio. Siguió un largo litigio entre los colonos y los Rayabi en el que los tribunales dictaminaron que al menos dos documentos presentados por los colonos eran falsos. El litigio siguió adelante y a principios de este año el Tribunal Supremo dictaminó finalmente que la adquisición de la casa por parte de los colonos fue legal, a pesar de reconocer que varios documentos eran falsos.

Se ha de notar que los Rayabi no vendieron la casa directamente a los colonos sino a otro palestino que colaboraba con el Shin Bet, los servicios secretos israelíes, que obraban en nombre de los colonos, lo que da una idea de lo enrevesado del asunto. Los Rayabi han desaparecido y se dice que están escondidos en Jordania.

La sentencia del Supremo no implicaba que los colonos pudieran entrar en el edificio automáticamente puesto que una ley israelí dice que la adquisición de propiedades en los territorios ocupados debe ser revalidada por el ministerio de Defensa. Y esto ocurrió la semana pasada, provocando la entrada inmediata de los colonos.

La 'Casa de la paz' se está convirtiendo en la primera colonia que se establece en Hebrón desde los 80El incidente presenta una gran gravedad para los palestinos puesto que la Casa de la paz se está convirtiendo en una nueva colonia, la primera que se establece en Hebrón desde los años ochenta, y el enclave sirve de puente entre el asentamiento de Kiryat Arba y los asentamientos del centro de Hebrón.

Los colonos lo ven de otra manera: 'Los judíos pueden comprar una vivienda en Teherán, en Siria o en Madrid. El único lugar donde no pueden hacerlo es en Judea y Samaria (la Cisjordania ocupada). ¿Por qué? No es justo', exclama Shlomo.

Shlomo da conferencias sobre historia judía por todo Israel, y cree a pies juntillas todo lo que dice la Biblia. ¿Sabe que muchos historiadores dicen que Abraham no existió? 'Abraham es historia, como todo lo que está escrito en la Biblia', sentencia.

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