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El chavismo recuerda al ‘Comandante’ denunciando la vuelta a la estrategia golpista de la derecha

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'Invito a los venezolanos a participar mañana en paz en los actos conmemorativos, que tengan una actitud de reflexión, de recuerdo, de valoración verdadera de quién fue Hugo Chávez como ser humano, como líder'. Con estas palabras llamó el presidente venezolano Nicolás Maduro a conmemorar el primer aniversario de la muerte del impulsor de la Revolución Bolivariana. Pero esta fecha llega en mitad de la ola de protestas y violencia que vive el país desde hace un mes, impulsadas por el sector más derechista de la Mesa de Unidad Democrática, que encabeza Leopoldo López y María Corina Machado. Sin embargo, en su estrategia de 'tumbar' al Gobierno en la calle han arrinconado a la oposición más moderado de Henrique Capriles, entre otros, que siguen apostando por la acumulación de fuerzas para derrotar al chavismo en las urnas.

En la víspera de esta aniversario, Maduro apuntó directamente a Estados Unidos como instigador de la violencia y de estar apoyando al sector más ultra de la oposición, tal y como han hecho en muchas otras ocasiones desde que Chávez ganó las primeras elecciones. Prueba de ello fue el golpe de Estado que le dieron al 2002. 'Nunca antes, quizá sea otro elemento distintivo de este golpe, nunca antes en los antiguos golpes de Estado que se dieron contra el comandante Chávez hubo tanta actividad pública del Departamento de Estado, del Pentágono y de la Casa Blanca contra Venezuela', dijo Maduro tras una reunión con el presidente boliviano, Evo Morales, según recoge la agencia Efe.

Sin embargo, desde el chavismo ven claro que la estrategia de la derecha cohesiona al bloque socialista mientras puede provocar una ruptura en la oposición, entre la parte democrática y la 'golpista'. 'A nosotros todos estos conflictos nos fortalecen (...) nos demuestran que este es el camino, el camino no puede ser estos violentos', dijo. Y agregó que 'Venezuela ha podido más y seguirá en los días sucesivos venciendo este ataque violento'.

Maduro señaló que el rechazo del intervencionismo de potencias extranjeras en asuntos internos de Venezuela, es una de las propuestas de acuerdo que se están tratando en el marco de la Conferencia de Paz que lanzó la semana pasada. Y volvió a insistir en que 'hay mucha guerra mediática y psicológica en el mundo'. 'Quizás si algo distintivo pudiéramos sacar de este golpe de Estado que hemos sufrido en las últimas dos semanas, comparándolo con otras arremetidas de la derecha (...) es que la calidad, la coordinación, la sincronía de la campaña mundial contra Venezuela no tiene comparación con ningún otro golpe de Estado que nos hayan dado', indicó.

Se vio en la última campaña electoral en las presidenciales que enfrentaron a Maduro y Capriles. La derecha ya no podía cargar contra Chávez, cuyo liderazgo y símbolo es reinvindicado por una clara mayoría de venezolanos. En vez de eso, el gobernador de Miranda optó por pasar a alabar la obra del Comandante para afirmar que 'Maduro no es Chávez' y establecer un coparación en la que el nuevo presidente salía siempre perdiendo. Y lo decía vestido un chándal, similar a los que usaban Chávez y los chavistas, y moviéndose en unos marcos simbólicos y estéticos cada vez más similares al del chavismo.

Era su única forma de ganar: atraer a las nuevas clases medias descontentas con la gestión del Gobierno pero que, de ninguna manera, votarían por la derecha clásica venezolana y, además, no impugnan la obra de Chávez, todo lo contrario. Y estas son precisamente las capas sociales que en su día pudieron votar por Capriles pero que hoy desaprueban la estrategia de encender las calles que está desplegando el sector ultra de la MUD y los estudiantes provenientes de las clases medias-altas de las grandes ciudades.

Esta táctica, de ahora hablar bien de Chávez para desprestigiar a Maduro, la siguen hoy los medios de comunicación y agencias internacionales. 'Que tenía carisma, madera de líder y astucia política no lo discuten ni los que en vida fueron sus adversarios, como tampoco que ninguno de los actuales líderes latinoamericanos tiene capacidad para tomar el relevo (...) Es claro que el reconocimiento internacional no lo logró a golpe de chequera', afirma un teletipo de la agencia Efe, que nunca hubiera hecho tales alabanzas al presidente venezolano estando vivo. Todo para afirmar, pese a que en las elecciones municipales Maduro aumentó los apoyos que obtuvo unos meses antes en las presidenciales, que 'un año después de su muerte, da señales de estar apagándose'.

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