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China conmemora su apertura al capitalismo

Se cumplen 30 años de la reforma económica de Deng Xiaoping

ANDREA RODÉS

'30 años de Reforma y Apertura de China. ¡Libros excelentes!'. El cartel, en color rojo chillón, no pasa desapercibido al entrar a la librería Xinhua de Wanfujing, un edificio de cinco plantas en el centro de Pekín. No hay ni una sola librería en la capital china que no tenga una sección especial dedicada a los numerosos libros publicados este año en honor al 30 aniversario de la política de reforma y apertura, gai ge kai fang. Este proceso, impulsado en 1978 por el dirigente comunista Deng Xiaoping, ha hecho posible el milagro económico chino.

'La reforma y apertura es la causa fundamental de los logros y el progreso que hemos alcanzado', ha dicho el presidente chino, Hu Jintao, en el discurso de celebración del trigésimo aniversario. Hu ha hablado desde el Palacio del Pueblo, donde justo ayer hace 30 años se iniciaba el Tercer Pleno del 11º Comité Central del Partido Comunista Chino (PCCh), en el que se aprobaron las reformas lideradas por Deng. Éstas permitieron la introducción del capitalismo en China y la consolidación de un modelo de desarrollo económico, que han permitido al país asiático convertirse en la cuarta potencia económica mundial.

Después de décadas de miseria y pobreza bajo el mandato comunista de Mao Zedong y la cruel Revolución Cultural, el Gobierno chino ha conseguido sacar a centenares de millones de personas de la pobreza, extender la escolarización, mejorar la red de infraestructuras y progresar en los derechos políticos de sus ciudadanos.

'El reto pendiente es la transformación del sistema político', dice Yang Guochao, un joven productor de televisión, en la librería Xinhua. La amplia oferta de libros en este moderno edificio, en la calle más comercial de Pekín, es un reflejo de la mayor apertura cultural y política de China en los últimos 30 años.

Sin embargo, la censura, la falta de libertad de expresión y de prensa, o los abusos sobre los derechos humanos siguen siendo una realidad en China. En el discurso de ayer, Hu dejó claro que las reformas económicas, especialmente en este contexto de crisis mundial, seguirán siendo prioritarias a la introducción de un modelo democrático y a un Estado de derecho occidental.

'Necesitamos aprender de los logros políticos de cada sociedad, pero nunca copiaremos el modelo de política Occidental', señaló Hu.

El PCCh insiste en llevar a cabo el modelo de 'socialismo con características chinas', un concepto político ideado por Deng, que implica modernizar los cuatro motores de la economía nacionalagricultura, industria, ciencia y Ejército, pero manteniendo un control sobre las libertades políticas.

Fue en junio de 1989, al final del mandato de Deng, cuando tuvo lugar la masacre de Tiananmen, en la que miles de estudiantes que se manifestaban en pro de la democracia murieron aplastados por los tanques del Ejército chino.

Hu también advierte de que el pueblo chino 'debe ser realista' ante la crisis económica y las dificultades que se avecinan. El PCCh teme perder el orden social con el cierre de miles de fábricas y millones de inmigrantes en paro por la caída de las exportaciones, hasta ahora principal motor de desarrollo de la economía china.

El producto interior bruto de China ha tenido un crecimiento superior al 10% en los últimos cuatro años, pero no va a ser posible mantener este ritmo el año que viene y se prevé que caiga al menos tres o cuatro puntos.

Los analistas creen que Pekín necesita mantener un crecimiento entre el 8 y 9% anual para generar empleo suficiente y seguir sacando gente de la pobreza. Según el Banco Mundial, más de 100 millones de chinos viven con menos de 1 dólar al día. Hace 30 años, sin embargo, eran 800 millones.

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